El catedrático de Geografía Económica Andrés Rodríguez-Pose

«Los partidos mayoritarios han entrado en el juego del populismo durante años»

«Todos somos responsables de la crispación que hay en España, y las formaciones tradicionales la han alentado»

A falta de un año para las elecciones generales y autonómicas -salvo imprevistos- y en medio de uno de los escenarios políticos y económicos más convulsos de este siglo, la Fundación Cañada Blanch celebra hoy en Valencia la jornada «Populismo y el aumento del descontento en la era del Covid-19». El director de la Fundación en la London School of Economics y catedrático de Geografía Económica Andrés Rodríguez-Pose, explica cómo han surgido los movimientos populistas en España y cuál es el panorama que se dibuja en el corto y medio plazo.

Antes que nada, para situarnos, ¿cómo se define el populismo?

Las principales características de los partidos populistas serían la lucha contra las élites, la lucha contra el inmigrante y la búsqueda del enemigo externo. De estas tres, todas están presentes en el populismo de extrema derecha, mientras que en la extrema izquierda lo que se da sobre todo es la primera, el odio a las élites. Si lo aplicamos a España, implica al populismo de extrema derecha y de extrema izquierda. Por lo tanto, entrarían tanto VOX como Podemos, y sus confluencias.

¿Cómo ha contribuido la pandemia a profundizar en estos movimientos?

Muchos pensaron que la pandemia iba a acabar con el populismo, ya que las decisiones de algunos líderes de este tipo dieron lugar a movimientos negacionistas en países que acabaron con una tasa de mortalidad más elevada. Pero esto no ha sucedido, por que los problemas de fondo son muy profundos y los votantes de partidos populistas siguen creciendo. En Hungría Viktor Orbán ha ganado a pesar de tener a toda la oposición en contra. En Francia hemos visto un crecimiento muy importante de Marine Le Pen, con una característica, y es que ha ganado principalmente en los pueblos y áreas rurales y en tres regiones muy importantes, el norte, el sur (Provenza) y en Córcega.

¿Cuándo situaría el inicio de la actual polarización política y social en España?

Los partidos populistas existen en el mundo desde hace mucho tiempo. Son partidos que gobiernan en Argentina desde los años 30, pero en el resto del mundo eran partidos muy marginales. En el caso de España estábamos un poco inmunizados porque tuvimos una dictadura y, mientras que todos estos partidos existían en los años 2000 en otros países de Europa, aquí no. Lo que ha habido es una deriva populista muy importante a partir de la crisis de 2008, que en otros países se superó más rápidamente pero en España se profundizó en los años 2012 y 2013, dando lugar al surgimiento del movimiento 15-M. Los populismos de extrema izquierda y de extrema derecha están creciendo en todos los países y llevan a que se radicalicen las posiciones de los partidos tradicionales. Los partidos de izquierdas se escoran a la izquierda y al revés. Se están diluyendo los sistemas políticos que habían dominado la Europa de la postguerra, han desaparecido, y en otros lo que ha habido es una radicalización.

¿Es en este tipo de escenario de crispación cuando surgen fenómenos como Pegasus?

De la crispación que hay en España tenemos la culpa todos los ciudadanos y luego los partidos políticos tradicionales que la han alentado. Los partidos de corte populista crecen y se alimentan de la crispación y de señalar a los otros, a las élites, a los inmigrantes, a los corruptos, a la UE... esto es lo que hace que estos partidos crezcan. El problema que hemos tenido es que los partido mayoritarios llevaban entrando en el juego mucho tiempo, y se puede decir que muchos de estos partidos les han comido la tostada. Un ejemplo de ello es Italia, donde la polarización durante décadas ha acabado con los partidos tradicionales.

¿En España podemos llegar a este punto?

Vamos por detrás en esta tendencia, pero ya estamos infectados y puede ocurrir, no estamos exentos de esto. El motivo es el descontento por el abandono y la falta de soluciones a los problemas que afectan a muchos de los votantes.

El actual escenario de hiperinflación, ¿es la gota que colma el vaso?

El escenario que tenemos ahora es consecuencia de lo que estamos hablando, porque un señor como Putin, al que durante los primeros años se le dejó actuar, llegó a una deriva autoritaria y después como buen populista, ha buscado un enemigo externo. No hay que olvidar que un señor como Donald Trump empezó una guerra comercial contra China. Donald Trup y Putin son dos claros exponentes de lo que estamos hablando. Son muy peligrosos porque polarizan a la sociedad, generan importantes riesgos políticos y arruinan a los países.

En el mundo de la globalización y las nuevas tecnologías, ¿cómo de rápido puede contagiarse la polarización entre países?

Las redes sociales hacen que nos hagamos más tribales y, a pesar de que tenemos más acceso a diferentes fuentes de información, hacen que cada vez seamos más fieles a nuestro grupo, y se reducen las fuentes de información independiente. Pero, siendo positivo, creo que la población está cada vez más formada y tiene más capacidad para discernirlo que es veraz de lo que es un bulo.

¿Se atreve a vaticinar los resultados de las elecciones generales en España el año que viene?

Estamos en un sistema circular en el que, o colaboran los partidos mayoritarios en el sistema, tanto de izquierda como de derecha, o puede que tengamos a medio y corto plazo un panorama muy parecido al de Francia. Los partidos más fuertes pueden debilitarse de forma rápida y dar lugar a un panorama bastante imprevisible.