Tribunales

El acusado de matar a su novia en Valencia dice que actuó obcecado

Le golpeó la cabeza con una piedra, le apuñaló en el tórax y le asfixió

Agentes de la Policía Nacional
El acusado fue detenido por la Policía cuando intentaba simular que estaba robandoLa RazónLa Razón

El hombre acusado de matar a su pareja sentimental el 3 de diciembre de 2021 en su piso de la calle Conde Altea de València ha admitido este lunes los hechos ante el tribunal popular que le juzga pero ha asegurado que lo hizo en un momento de "obcecación" ante la idea obsesiva de que ella le iba a dejar.

El procesado mantenía una relación con la víctima desde tres meses antes del crimen, si bien no convivían.

El 2 de diciembre de 2021 el acusado y su pareja se encontraron en el piso de éste, cenaron, vieron una serie y se fueron a la cama, donde mantuvieron relaciones, según el relato del fiscal, que explica que posteriormente la mujer se tomó una benzodiacepina que tenía prescrita por problemas de ansiedad.

Alrededor de las 3 horas del día siguiente, el acusado, que sufría insomnio "empezó a pensar en cómo acabar con la vida de su compañera, un pensamiento que ya había tenido días antes, porque creía que ella le iba a dejar".

"Con total sangre fría, cogió una piedra que se encontraba en uno de los maceteros de la terraza y golpeó varias veces a la víctima en la cabeza y cara, lo cual la dejó inconsciente".

Además, la apuñaló en el tórax varias veces y la estranguló con el cinturón de una bata, de modo que la mujer falleció por un shock hipovolémico hemorrágico con la asfixia añadida.

"Después de comprobar que su pareja había muerto, se duchó y se puso un pantalón de pijama, y se dirigió a una terraza interior, desde donde cayó al tejado de uralita del almacén de un restaurante ubicado en la planta baja del edificio", explica el Ministerio Público.

En su interior "el acusado consumió diversos productos y bebidas y realizó dos llamadas al 112 desde el fijo del restaurante pasadas las 7.20 horas, y fue descubierto por el cocinero del local, que llamó a la policía. El procesado hizo creer a los agentes que había entrado a robar.

Fue la hermana de la víctima la que denunció su desaparición el 4 de diciembre. Su teléfono fue localizado en casa del procesado, por lo que se desplazaron a la misma el padre y el hermano del acusado y la madre y un primo de la fallecida.

El cuerpo de la mujer, siempre según el relato del fiscal, fue encontrado con un cuchillo clavado en la sien.

La calificación del fiscal detalla que no existen rasgos físicos, psíquicos ni evidencias toxicológicas de que el acusado hubiese actuado bajo los efectos del alcohol u otras drogas, ni tampoco de que sufra patología mental alguna. Únicamente hacen referencia los especialistas a rasgos de personalidad antisocial, sin que exista base psicopatológica que determine que ello haya derivado en un trastorno de personalidad.

Al contrario, los forenses consideran que en el momento de los hechos el acusado tenía capacidad de conocer y obrar con conocimiento.

Por todo ello, el fiscal reclama una condena de 25 años de prisión y el pago de una indemnización de 90.000 euros a la madre y la hermana de la fallecida.

La defensa del procesado ha admitido que se produjo un asesinato, si bien ha pedido al tribunal que considere que los hechos se produjeron en un proceso de "obcecación" o trastorno mental transitorio, por el cual reclama una rebaja de la condena a 10 años.

Según ha asegurado el abogado defensor, el autor del crimen pensó que su pareja le iba a dejar, una "idea obsesiva" que explotó en un crimen que no estuvo preparado, como evidencia el accidente en la huida.

La defensa no reclama la absolución, sino "justicia", y ha insistido en que su representado está arrepentido hasta el extremo de haber intentado suicidarse.

La acusación particular y el fiscal, por el contrario, han subrayado el ensañamiento con el que se produjo el crimen y reclaman una condena de 25 años, con la agravante de género en el caso de la acusación.