Agricultura
La sequía arrasa el sur de Alicante: pérdidas en el 95 por ciento de los cultivos
Los agricultores alertan de que, si no llega pronto la lluvia, algunos cultivos como el almendro, tendrán que ser replantados
El campo del sur de la Comunidad Valenciana se encuentra arrasado por la sequía, con pérdidas de hasta el 95 por ciento de las hectáreas debido a la falta de agua. Por ello, los agricultores de secano del sur de la provincia miran con temor el año 2024 tras una cosecha que califican de «desastrosa», y en la que, si no llega pronto la lluvia, algunos cultivos como el almedro, tan típico de esta zona, tendrán que ser replantados.
Así lo explica el presidente de la cooperativa La Pedrera, Daniel Martínez, situada en la pedanía oriolana de Torremendo. Los distintos tipos de cereal que se cultivan en el norte de la provincia de Alicante y los almendros y los algarrobos de la Vega Baja son los principales cultivos que se han echado a perder debido a la sequía, pues las precipitaciones apenas llegan a los 32 o 33 l/m2 en algunos puntos de Orihuela, con un efecto «devastador» para los campos.
Con la mirada puesta en el cielo, los agricultores lamentan que si bien el año pasado llovió demasiado, echando a perder gran porcentaje de la cosecha, ahora ocurre lo contrario y las pérdidas aún superarán las del pasado ejercicio.
Además, como explica Martínez, apenas se necesitan algo más de cien litros para mantener estas cosechas, «pero es que la lluvia no llega».
Insiste en que la cosecha del almendro será «desastrosa» porque la lluvia «nunca profundiza más de cinco centímetros, que es donde están las raíces, y por tanto el árbol no puede percibir la humedad». Solo espera que llueva «ya no para esta cosecha, que se ha perdido, sino porque si no llueve se perderá la cosecha de este año y la del que viene». Así, en el caso de que el agua siga sin caer, el 90 por ciento de la plantación se secaría y la rentabilidad sería nula, «y además habría que arrancar la plantación y poner una nueva».
Replantar llevaría unos cinco años para recoger los frutos «y encima gastando mucho dinero», lamenta el agricultor, que expone que es algo que ya les ocurrió en 2014: «Los que estamos aquí es porque nos gusta esto y lo defendemos, pero porque vivimos de otra cosa, porque la rentabilidad es cero, es poner dinero del bolsillo».
Subraya que la situación del almendro es peor que la del cítrico o la de la alcachofa, porque el almendro es de secano mientras que los otros cultivos son de riego, que «aunque estén un poco mal, con agua de depuradoras y un poco de ríos tradicionales», aún se podrá sacar la cosecha, un caso que no es el del almendro.
Aunque empezara a llover ahora y se «recuperara», no sería el mismo tamaño de almendra y, de hecho, las máquinas peladoras que tratan la almendra harían que «saltara», porque no sería un tamaño con el que la máquina podría trabajar: «Estamos hablando de un 10 % de la almendra total», dice Martínez, que comenta que el resto es inservible. «De lo que estamos esperanzados es por ver si empieza a llover para no perder la cosecha de este año y la del que viene», apunta el agricultor.
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