El barrio de Orriols (Valencia) no se rinde a convivir con narcotraficantes

Orriols en lucha. Los vecinos de este barrio de Valencia no se conforman. La tarde del martes han cortado la conocida como antigua carretera de Barcelona para hacerse oír, para dejar claro que siguen viviendo atemorizados y que merecen un barrio digno.

El pasado mes de octubre vivieron un momento histórico. El “agujero de la vergüenza” pasó a formar parte de la historia. Este es el nombre que le dieron a un hueco que los propios vecinos hicieron para evitar que la calle Baeza fuera un callejón sin salida y les obligase a dar un importante rodeo dentro del barrio. Por fin, las obras del PAI de Agustín Lara derribaron el muro de las viviendas abandonadas. Sin embargo, aún queda mucho por hacer.

“Volvemos a tomar la zona cero para reclamar seguridad una vez más. Exigimos actuaciones contundentes y efectivas porque no podemos seguir viviendo entre delincuentes. Queremos un Orriols digno, seguro y diverso donde vivir en paz. Con delincuencia no hay convivencia”. Denuncian que hay casas okupadas por narcotraficantes donde se producen peleas.

Uno de los puntos obligados de parada ha sido la finca ocupada y situada en el número 262 de la Avenida de Constitución. Los vecinos han denunciado en incontables ocasiones que este edificio está okupado en su totalidad. Afirman que hay narcotraficantes que viven dentro.

La Policía realiza operaciones con frecuencia, pero tal y como denuncian los vecinos, no se resuelve el problema y por ello, piden compromisos. En el último operativo intervinieron agentes de la Comisaría de Exposición, tres equipos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y la unidad de guías caninos.

Los agentes entrarno en bares, peluquerías y fruterías del barrio, y han realizado cacheos, en su mayoría a grupos de hombres, según han comentado a EFE vecinos del barrio.

El dispositivo se ha saldado cuatro establecimientos inspeccionados, 43 personas extranjeras identificadas y otras 26 personas de nacionalidad española identificadas. Además, los agentes levantaron dos actas, una por posesión de drogas y otra por tenencia de arma blanca.

La inseguridad quedó grabada en un video de À Punt en la que la vecina a la que estaban entrevistando casi le roban la bici en directo.