Muere Allen Garfield, estrella con Coppola, Wenders y Woody Allen
El intérprete, conocido por sus interpretaciones en “Bananas”, “La conservación", “Nashville” y la saga de “Superdetective en Hollywood”, murió como consecuencia del coronavirus
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Dejó el boxeo para meterse en un cuadrilátero más duro: el de la interpretación. Allen Garfield fue siempre un perseguidor de sueños. También quiso ser periodista deportivo, quizá por la bohemia que rodeaba ese oficio en su época. Al final acabó tallándose como actor al lado de Elia Kazan y Lee Strasberg en el mítico Actors Studio, una escuela de la que salieron algunas de las leyendas más grandes del celuloide. Con su apariencia de hombre corriente y su capacidad para meterse en la piel de cualquier personaje, Allen Garfield se labró una carrera junto a directores de primera. Su solvencia en papeles secundarios revela uno de los secretos de Hollywood: la excelente cantera que siempre ha tenido la meca del cine para dar réplica a sus grandes estrellas. Ayer, según comunicó la actriz Ronee Blakey a través de su cuenta de Facebook, Allen Garfield falleció con 80 años como consecuencia del coronavirus. Ella había sido precisamente su compañera de reparto en «Nashville», donde interpretaba a su mujer.
Allen Garfield es conocido por el gran público por su participación en la comedia «Bananas», de Woody Allen. Un filme de 1971 que sería su trampolín para otros trabajos posteriores con realizadores de gran envergadura. Un año después se sumaría a Francis Ford Coppola para rodar «La conversación», una producción de espionaje y la tensión de un «thriller». Formaría parte de un reparto de lujo formado por Gene Hackman y el mítico John Cazale. Después de este trabajo se uniría a otro proyecto no menos importante. Más tarde, Coppola también le llamaría para que participase en uno de sus éxitos: «Cotton Club» (1985), que estuvo en los papeles principales con Richard Gere y Diane Lane. Antes de este metraje, se le pudo ver en una cinta política protagonizada por Robert Redford y que todavía resiste como un ácido retrato de la hipocresía política: «El candidato», de 1972, y que obtuvo el Oscar a Mejor Guión Original.
En 1975 tuvo la oportunidad de trabajar con Robert Altman en «Nashville», una trama que reunía una amplia nómina de actores, como Julie Christe y Geraldine Chaplin, y que fue muy celebrada. Más tarde rivalizaría con el mismo Peter O´Toole en «Profesión: el especialista» y el mismo Wim Wenders le llamó para que estuviera en sus órdenes en «El estado de las cosas». Pero quizá el público le recuerda más por su implicación en rodajes como «Superdetective en Hollywood 2», una secuela que rompió la taquilla, «La novena puerta» de Roman Polansky y, sobre todo, por «The Majestic», en la que se unió a Jim Carrey. Como suele suceder en la trayectoria de tantos actores, una parte de su carrera estuvo ligada a la televisión. Pero no en series de segunda categoría. Él estuvo en una de las temporadas de la legendaria «El ala oeste de la Casa Blanca», de Aaron Sorkin,