Resucitar con Mahler (desde casa)

Desde casa, bien en el salón, en la terraza, al lado de una ventana o en la cocina, si es grande. Los profesores de la Orquesta Sinfónica de Gran Canaria han unido sus esfuerzos y han tocado como siempre, aunque las circunstancias no sean las habituales. Desde su confinamiento cada instrumento ha sonado a las órdenes de la batuta de Karel Mark Chinchon y con la voz e la mezzo Elina Garanca. Ninguna pieza mejor para este domingo que la “Sinfonía de Resurección”, de Mahler.

Un total de 79 instrumentistas, junto a Ángel Hortas, que ha realizado su grabación desde el órgano sinfónico de la Catedral de Jerez de la Frontera, han aceptado participar en esta iniciativa concebida por Chichon para ofrecer un mensaje de esperanza al mundo en estos momentos difíciles de cuarentena. Toda una proeza si se tiene en cuenta la dificultad intrínseca de la pieza mahleriana y las peculiares circunstancias impuestas por la cuarentena. No obstante, la grabación pone de manifiesto que la conjunción entre música y voz está ampliamente conseguida. Garanca grabó su parte en la residencia que posee en Málaga, donde tiene fijada su residencia.