Buscar Iniciar sesión

La Capilla Sixtina se traslada al Palacio Real

Las estancias de la plaza de Oriente acogen las reediciones de los tapices que Rafael diseñó para el Papa León X
Cipriano Pastrano DelgadoLa Razón

Creada:

Última actualización:

Ha querido la leyenda que hasta hoy lleguen los celos de Miguel Ángel al ver, desde las alturas de la Capilla Sixtina, cómo el Papa León X le encomendaba, en 1514, a Rafael los tapices que todavía engalanan la estancia más famosa del Vaticano. El difícil «Michelangelo» quería todo el protagonismo de la sala y que el bonachón de Sanzio se encargara de las «alfombras» no le venía bien para su ego. Sin embargo, cuentan desde Patrimonio que eso no fue así «ni mucho menos». Que «eso son cosas de la historiografía del siglo XIX» y que «no hay constancia de semejante enfrentamiento» –en palabras de Carmen García-Frías, conservadora de pintura antigua–, al menos, por este motivo. Así que no vayan a pensar que eso de los chismes es algo exclusivo de nuestra era.
Como tampoco es cierto el tópico de que los españoles somos de lo más desastroso de todo el Viejo Continente. Dicen que si los españoles tal y que el carácter latino cual, pero no busquen las reediciones (que no réplicas) francesas e inglesas de los tapices de la Capilla Sixtina porque no las encontrarán, o no ha sido así hasta ahora. Unos, los encargados por Francisco I, desaparecieron en el fragor de la Revolución Francesa, y los otros, los de Enrique VIII, aguantaron algo más, pero terminaron haciendo lo propio en Berlín durante la Segunda Guerra Mundial. Por el contrario, las piezas pedidas por la Corona española (Felipe II) ahí han estado bien controladas. Salvadas, incluso, del incendio del Alcázar de Madrid, en el que engalanaban la capilla y donde bien es cierto que no todo el arte se libró de la quema.
Así, las reediciones de los cartones de Rafael Sanzio que se llevaron a cabo en el taller de Jan van Tieghem y Frans Gheteels han permanecido intactas hasta ahora que el Palacio Real de Madrid las presenta al público. Y en mejores condiciones si cabe que en la propia Capilla Sixtina, en la que la exposición a la luz y los hilos de plata y oro (que han contaminado el resto de la obra) han perjudicado su conservación. La muestra “Rafael en palacio. Tapices para Felipe II”, la primera cita temporal que Patrimonio Nacional organiza tras el confinamiento, presenta por primera vez la secuencia completa de la serie apostólica de la colección de Felipe II y los pasajes narrativos que la integran: el ciclo de san Pedro, príncipe de los apóstoles y vicario de Cristo, y el dedicado a san Pablo, el apóstol de los gentiles.