Batman infinito
El superhéore es uno de los personajes de cómic más populares en todo el mundo y cada mes se ponen a la venta series y especiales, uno de ellos ilustrado por una española. ¿Quién dijo que el cómic ha muerto?
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En los negocios impera la ley de la oferta y la demanda. Y esta norma también se impone en los negocios culturales. Ya sea en televisión –con los mil derivados de un mismo concepto– como en el cine –con multitud de secuelas y clones de los títulos de éxito–, o en la literatura con novelas siguiendo la estela del éxito de turno.
En los cómics, esta premisa no es muy diferente. En Marvel, Spiderman o La Patrulla X ocupan centenares de ejemplares al año gracias a sus series, miniseries y especiales derivados de los títulos principales. En DC, su eterna competidora, sin duda alguna la estrella de la editorial es Batman. No solo tiene cada mes varias series paralelas a la venta además de un gran número de especiales, miniseries, reediciones y apariciones como invitado en otras series, sino que los personajes que le rodean tienen o han tenido en algún momento cabecera propia. Quizás el único sin serie propia ha sido el mayordomo Alfred; todos los demás han probado suerte en diferentes ocasiones con mayor o menor fortuna. Oferta y demanda. Mientras el público siga pidiendo su dosis mensual de aventuras, se seguirá inundando las librerías del alter ego de Bruce Wayne.
Este segundo trimestre es especialmente intenso en cuanto a la actividad del protector de Gotham. Wayne ya no es tan millonario como lo era en otra época. Se acabó el despilfarrar dinero en mil y un batutensilios. No es debido a una mala inversión, ni tampoco se debe a la pandemia. Ha sido una jugarreta del Joker la que ha vaciado considerablemente las arcas del primer ciudadano de Gotham. Quizás por eso, DC ha decidido incrementar el número de publicaciones relacionadas con el detective y ayudarle como si fuera una especie de pluriempleo. De una forma o de otra, llenará sus bolsillos.
La falta de nuevos lectores es algo que preocupa a los editores de todo el mundo. Las nuevas tecnologías y las alternativas de ocio han contribuido en los últimos años a que los más jóvenes se decanten por otras actividades. Para combatirlo (y conseguir que cuando sean mayores releven a la actual generación de lectores), DC Comics ha anunciado «Batman & Scooby Doo». Una serie pensada para jóvenes, en la que Batman sustituirá al batmóvil por la Máquina del Misterio. Fred, Daphne, Vilma, Shaggy y, por supuesto, el gran danés compartirán nuevas y divertidas aventuras en la línea de la serie televisiva de Hanna-Barbera. Adaptándose a las tendencias, sus páginas aparecerán primero en formato digital, para ser recopiladas poco tiempo después con cadencia mensual.
También debuta «Batman: Urban Legends», una serie antológica de 64 páginas protagonizada por los diferentes héroes de Gotham y en la que participa la ilustradora española Belén Ortega. Batman no puede estar en todos los sitios, pero surge como vínculo. El primer número está protagonizado por Capucha Roja (la identidad de uno de los antiguos Robin), al que seguirán Relámpago Negro, Katana y Metamorpho, del grupo Outsiders; la imprevisible Harley Quinn o Batman vs. Grifter. Cada mes nuevas historias realizadas por equipos creativos rotatorios.
Abril será el mes de «Batman: The Detective». Una miniserie de seis entregas en la que el guionista Tom Taylor y el dibujante Andy Kubert le trasladan al Viejo Continente por segunda vez. En 2016, el guionista Brian Azzarello llevó al héroe junto a su némesis, el Joker, a través de un poco creíble viaje en una miniserie de cuatro números con el explícito título de «Batman: Europa». También visitó la Ciudad Condal en «Batman en Barcelona: El Caballero del Dragón», una aventura que era un paseo por los lugares más emblemáticos de la ciudad. Habrá que esperar a mayo para ver el regreso de una veterana cabecera: «Legends of the Dark Knight», con autores diferentes, y cuyo primer número estará escrito y dibujado por Darick Robertson. El dibujante de «The Boys», serie emitida por Amazon Prime, realiza un gran trabajo como autor completo en el primer arco argumental de la serie.
Aunque tal vez la serie mensual más llamativa es «The Joker». Su protagonista es el conocido archienemigo de Batman. La serie está escrita por el aplaudido guionista James Tynion IV y cuenta con los lápices del mallorquín Guillem March; ambos habían trabajado anteriormente en «Garra», una serie del universo Batman. El escritor confiesa que «siempre he estado enamorado de la forma en cómo Guillem maneja el horror en sus cómics. Fue el único artista que consideramos para la serie y, honestamente, creo que está realizando el mejor trabajo de su carrera. Las primeras cinco páginas dejarán boquiabiertos a todos los lectores», anuciaba.
Las series de superhéroes se sustentan gracias a sus continuos enfrentamientos con el villano de turno. Pero, ¿qué ocurre cuando el protagonista es un malvado demente? Tynion tenía claro que quería enfocar la nueva serie «más como un cómic de terror que como una serie de superhéroes tradicional». El autor intentará dar luz a lo que hace el Joker cuando no está encerrado en Arkham o enfrentándose a Batman ¿Dónde se esconde, quién le ayuda a desaparecer y en qué se beneficia de ello? Como secundario tendremos al ex-comisario James Gordon, ahora que se ha retirado de la policía de Gotham. Precisamente él –y no Batman– es uno de los mayores perjudicados por las acciones del demente con cara de payaso. Dejó paralítica a su hija y es responsable de la muerte de su esposa e hijo. Ahora tiene una nueva misión en su vida que le llega gracias a una misteriosa asociación de afectados por el Joker. No quieren detenerlo, lo quieren muerto y están dispuestos a pagar generosamente por ello ¿Aceptará el encargo el íntegro comisario o entenderá que lo mejor que puede hacer por la ciudad y sus habitantes es eliminarlo?
«The Joker» es la segunda serie protagonizada por el Príncipe Payaso del Crimen. La primera fue en 1975 y tuvo una duración de apenas nueve números. Quizás se adelantó a su época, pero sigue manteniendo un buen recuerdo entre los aficionados. Aquel Joker, como el resto de los cómics del momento, era muy diferente a la versión actual. Sus historias eran más inocentes, con menos dosis de violencia y un punto de humor blanco. Eran otros tiempos y otro público.