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Álex de la Iglesia: «Mis películas no necesitan nominaciones al Goya»

Su película «Perfectos desconocidos» va camino de entrar en el «top 10» de las más taquilleras de la historia del cine español. Ya suma 18 millones

Álex de la Iglesia
Álex de la Iglesialarazon

Su película «Perfectos desconocidos» va camino de entrar en el «top 10» de las más taquilleras de la historia del cine español. Ya suma 18 millones.

Aún no sabe si estará físicamente en la gala de los Goya, pero quienes no estarán presentes el día 3 de febrero en el Hotel Marriott serán sus películas. De las dos con las que entró este año en el cupo de candidaturas, solo «El bar» ha obtenido una nominación a mejor sonido. Por su parte, «Perfectos desconocidos», la cinta española más taquillera del año, no aparece por ningún lado en la lista de aspirantes al Goya. Nada de nada. Y eso que estos días ha rebasado a «Tadeo Jones» en la taquilla anual nacional (suma 18 millones) y es ya, de largo, el mejor estreno de Álex de la Iglesia (Bilbao, 1965) en su prolífica y respetada carrera. Si encima tenemos en cuenta que la cinta ha costado 3,5 millones, el extraordinario rendimiento está más que demostrado. Pero, ¿qué tiene «Perfectos desconocidos» para haberse convertido en un fenómeno? Se trata de un «remake» de una exitosa cinta italiana y por ahí la cosa parecía bien encaminada, pero esta historia en la que un grupo de tres parejas y un soltero juegan a dejar sus móviles en la mesa y airear sus intimidades en las redes sociales, ha excedido las previsiones. La sintonía entre los actores en una película con un solo escenario (un salón), la actualidad de asuntos como la privacidad en la era de internet, y la mano (esta vez más contenida) experta de De la Iglesia y su guionista Jorge Guerricaechevarría para manejar los tempos teatrales con gran solvencia, son algunas de las claves. A pesar del aval más que suficiente del público y de las buenas críticas cosechadas, la Academia se olvida del fenómeno firmado por el que fuera su presidente desde 2009 a 2011.

–Su película se estrenó en diciembre, lo que hace que al cierre del año fuera la segunda más vista por detrás de «Tadeo Jones», pero si sumamos lo que va de 2018, ya es el mejor estreno español. Es más, está a un paso de entrar en el «top 10» de recaudación de las películas españolas en toda su historia. ¿Esperaba un éxito tan arrollador?

–Confiaba en la película, tenía la sensación de que era más abierta que otras que he hecho, pero no esperaba que conectase tanto con el público. La gente me para por la calle, de todas las edades, me felicitan, están muy contentos. Creo que su éxito se basa en que trata un tema que a todos nos importa, ya que todos estamos preocupados por la irrupción del móvil en nuestras vidas. Otra razón sería el trabajo de los actores, porque es una película tremendamente actoral, una obra de teatro casi, en la que cada personaje se identifica mucho con el público.

–Dice que es «más abierta» que otras de sus cintas. De entrada, es un «remake» y había un guión previo. Los críticos opinan que es su cinta más contenida. ¿Ha influido eso en que sea la más exitosa de su carrera, que siempre ha sido de sello muy personal?

–Posiblemente. Yo no creo que sea un tipo particularmente extremo pero me gustan las películas muy locas. Es cierto que aquí se trataba de una adaptación, pero yo soy también un técnico y me apetece hacer cosas que no sean exactamente como mi manera de verlas. Con «Perfectos desconocidos» muestro otra parte de mí, otra forma de ser.

–Dentro de la satisfacción que pueda provocarle este éxito de público, ¿lamenta de algún modo que no haya llegado con otra cinta más personal?

–No tengo la sensación de que no sea mía. Es una película que hemos querido mucho y que hemos escrito desde el principio, cada línea, cada frase, cada diálogo, todo lo hemos llevado a nuestro terreno. La considero tan mía como otras. A mí me gusta contar mis historias, pero también las de los demás en mi labor como director.

–En Navidad, «Perfectos desconocidos» se estuvo codeando con cintas tan grandes en lo presupuestario como «Coco», «Jumanji» y «Star Wars». ¿Quién dice que el cine español no puede pelear con el norteamericano?

–Estoy totalmente de acuerdo. Lo maravilloso de esto es ver que, en el escenario más complicado, las Navidades, y sin ser una película infantil o de acción, ni estar pensada expresamente para esta estrenarla en esa época, hemos sobrevivido contra esos monstruos.

–De hecho «Coco» y «Jumanji» no han tenido tantos espectadores como su cinta, y con «Star Wars» se ha estado turnando varias semanas en el primer puesto.

–Había algunas veces que «Star Wars» estaba muy por debajo de nosotros, y eso nos llenaba de orgullo y demuestra que el cine español puede luchar en igualdad aunque las condiciones no lo seas por presupuesto y publicidad.

–Para colmo, será usted fan de «La guerra de las galaxias».

–Absolutamente fan. Es gracioso que cuando yo mismo he ido a ver «Star Wars», en la cola me encontraba con gente que me decía «yo voy a ver la tuya».

–¿Ha tenido algún otro éxito inesperado parecido, a escala inferior, a este?

–«Los crímenes de Oxford» funcionó muy bien, por ejemplo, a pesar de que era complicada, con todo ese asunto de profesores de matemáticas. En general mis películas funcionan bien y no me quejo.

–¿Y alguna que pensaras que iba a dar la campanada y se diluyó por el camino?

–Todo esto depende mucho de la promoción y del momento en que se estrena. Con «800 balas» íbamos contra «XXX», cuando Vin Diesel no era tan conocido. Pensé que no iría a verla nadie, pero fue todo el mundo a ver esa y no la mía. Jorge y yo ya llevamos 25 años en esto y lo hemos vivido todo.

–O sea que no se le va a subir a estas alturas a la cabeza el «pelotazo» de «Perfectos desconocidos»?

–(Risas) No creo que me cambie el carácter.

–Su película no está nominada a los Goya. ¿Tiene la sensación de que la Academia de Cine trata injustamente a la cinta más taquillera del año que, además, ha recibido buenas críticas de los profesionales?

–Tanto «El bar» como «Perfectos desconocidos» han tenido buenas críticas y aceptación del público. No sabría qué decir. La Academia tiene su forma de pensar y elegir las películas que quieren apoyar e incentivar. Y yo estoy encantado con que hagan lo oportuno.

–¿Irá a la gala?

–En principio no, porque no estoy nominado. Aunque no lo he decidido todavía. No hay ningún problema con la Academia, solo que no sé si podré.

–¿Quién le gustaría que ganara?

–La película que más lo necesite, una a la que el premio le sirva de apoyo. Estos galardones son para promocionar y dar visibilidad a producciones. Tanto «El bar» como «Perfectos desconocidos» no necesitaban premios.

–¿Pero cuáles le han gustado de este año?

–Me gusta «Oro», todo lo que produce Enrique López Lavigne en general, que hace grandes películas. Y «Pieles», producida por mí. Hacemos cintas independientes, cosas que surgen delante de nosotros, nacen y viven así. Hay películas maravillosas sin repercusión.

–¿Le llena la faceta de productor? ¿Siente que tiene que apoyar a los jóvenes como un día apostaron por usted?

–Totalmente. Ahora que tengo el privilegio y la oportunidad de producir, me gusta levantar proyectos. Aunque sean humildes, podemos arriesgar y encontrar nuevos talentos y hacer historias diferentes y con fuerza, fuera del circuito comercial. Ahora estamos terminando «En las estrellas», la segunda película de Zoe Berriatúa. Y el 2 de marzo estrenamos «Errementri», de Paul Urkijo.