Hollywood

Aquella Andalucía del Sha y Grace Kelly

Reúne anécdotas de actores, músicos y políticos. Paco Reyero retrata a los viajeros ilustres y crápulas del sur durante parte del siglo XX

Grace Kelly, a su llegada al puerto de Málaga en 1956
Grace Kelly, a su llegada al puerto de Málaga en 1956larazon

Ava Gardner galopa sobre un caballo en la finca de los Hermanos Peralta con la intención de banderillear a un becerro cuando cae al suelo y se daña terriblemente el rostro. Son los años cincuenta y la actriz apura al máximo su estancia en España, a la que llegó buscando lo que no le daba el mundo de Hollywood. Este episodio forma parte de la colección de crónicas que ha recopilado Paco Reyero en el libro «Cuerpos celestes. Estrellas, gobernantes y bohemios de viaje por Andalucía» (Ézaro). Junto a la actriz de Carolina del Norte, se trazan las estancias, más o menos variopintas, de personajes tan dispares como Grace Kelly, el Sha de Persia, Keith Richards, Peter O'Toole, Orson Welles y Bill Clinton, entre otros. Todos hijos de la fama y el poder pero cada uno con una intrahistoria fascinante que demuestra de qué manera ha cambiado nuestro mundo y cómo hace 40 años España y Andalucía eran destinos singulares para quienes estaban acostumbrados a vivir en palacios o mansiones.

Sinatra, en el cuartelillo

No todos se llevaron una imagen idílica de nosotros, como le sucedió a Frank Sinatra, «crooner», actor de éxito y acostumbrado a mandar, acabó con sus huesos en un cuartelillo de Torremolinos después de protagonizar un incidente violento en el que estuvieron implicados un plumilla, la actriz Ondina Conibano y el mismísimo Franco. Sinatra aprovechó el incidente para criticar al régimen y juró no volver a España. Algo que no cumplió. Muchos de los capítulos se localizan en la Costa del Sol, que en los años cincuenta y sesenta se convierte en un imán gracias al boca a boca de las estrellas del celuloide y la aristocracia. Es el caso de Marlon Brando, Jean Cocteau o, más recientemente, Diana de Gales.

Merece atención la ristra de dirigentes que durante casi 50 años se dejan caer por el sur andaluz en estancias más o menos largas. Uno de los casos más singulares lo protagoniza Fulgencio Batista, que tras abandonar Cuba con la llega de la Revolución dedicó largas estancias en un hotel malagueño a jugar al golf y disfrutar de su fortuna. Su antagonista, Fidel, apareció por Sevilla para asistir a los fastos de la EXPO'92 repartiendo puros, propinas y piropos a las camareras del hotel Alfonso XIII. En esta línea de tiranos, el Sha y Faisal comparten el agasajo de las autoridades para lograr beneficios en la venta del crudo sin pestañear ante la calidad democrática de estos visitantes. Lula llegó en una visita fugaz, Chirac se enamoró del salmorejo cordobés y Clinton quiso conocer a la Esperanza Macarena, la virgen cuyo nombre inspiró la canción que le ayudó a mantener el sillón en el Despacho Oval.

Las juergas de Peter O'Toole

Buen cinéfilo, Reyero dedica un amplio espacio a los actores y directores que llegaron para rodar sus obras maestras. David Lean se trajo a todo el elenco de «Lawrence de Arabia» a Almería y Sevilla, aunque fue O'Toole quien mejor se lo pasó cerrando garitos, tascas y tabernas en interminables noches de alcohol. Steven Spielberg se topó con el alcalde comunista de Trebujena, que prefería a Berlanga, y Sergio Leone parió el Spaghetti Western sin método y con mucha imaginación y descaro. El libro se complementa con un interesante álbum fotográfico donde aparecen estos «Cuerpos celestes» fuera de su hábitat natural. Resulta curioso ver al líder de The Clash sentado plácidamente en el granadino barrio del Realejo o a Margaret Thatcher asistiendo al «show» de los ratones bebedores en las jerezanas bodegas de González Byass.

El último de los capítulos está dedicado quizás al más poético de todos esos personajes, aunque en sus «visitas» nunca pisara el suelo andaluz. Se trata de Antonie de Saint-Exupéry, que durante sus vuelos como piloto de transporte cruzaba nuestro país con el correo postal de la línea Toulouse-Casablanca, mientras recreaba poéticamente en sus mapas los accidente de la geografía andaluza con la misma sutileza que escribía «El Principito».

Cuando el mundo olía a Chanel

Una de las lecturas que se pueden sacar de este libro lleva a la conclusión pesimista de que el nivel de la «jet set» mundial ha bajado. Tampoco son nuestros ojos los mismos que los de hace 50 años. Las estrellas de Hollywood, los tiranos, los actores bohemios y los escritores despedían un aura especial que los hacía casi divinos. Cuando Jackie Kennedy llegó a la Feria de Abril de Sevilla destilaba ese olor a Chanel de quienes tienen la clase en los genes y sonreía modesta en las imágenes que el NO-DO emitía en los cines. Las chicas soñaban con su glamour, lejano, distante e imposible.

Ficha

«Cuerpos Celestes. Estrellas, gobernantes y bohemios de viaje por Andalucía»

Francisco Reyero

Ensenada de Ézaro

156 páginas,

18,90 euros