Facebook censura a Caravaggio
La red social prohíbe una obra del maestro del tenebrismo, «El amor victorioso», por mostrar de frente los genitales masculinos
La red social prohíbe una obra del maestro del tenebrismo, «El amor victorioso», por mostrar de frente los genitales masculinos
¿Hasta qué punto un sistema informático puede decretar que todos los desnudos son impropios en internet? ¿No puede haber excepciones? ¿Por qué, en plena era tecnológica, no hay sistemas para ponderar qué cuerpos sí merecen la pena ser vistos sin ropa? La polémica surge después de que a Hamilton Moura, promotor artístico residente en Milán, se le haya censurado una publicación en Facebook en la que compartía una imagen del cuadro «Amor victorioso», pintado en 1601 por Caravaggio (1571-1610), que contiene una representación de Cupido desnudo. Un caso análogo ocurrió con el cuadro «El origen del mundo», de Gustave Courbet (1819-1877), con la correspondiente polémica. «Es un cuadro muy importante de la Historia del arte y protestaré legalmente contra esta censura», sostiene el afectado. Y añade: «Es una afrenta a la cultura». Siguiendo la política contra los desnudos de Facebook, su página web oficial afirma que «hay desnudos con un fin determinado, como pueden ser campañas de concienciación o proyectos artísticos». Pero la casa americana se lava las manos restringiendo toda exhibición de desnudos «para evitar que determinados sectores se puedan sentir mal» y así «tratar a todos de una forma justa». La empresa elimina automáticamente las «fotografías que muestren los genitales o las nalgas de una forma directa», al igual que «imágenes de pechos y pezones de mujer», siempre que no se trate de lactancia. Sin embargo, para mayor desconcierto, se autorizan «fotografías de pinturas, esculturas y otras obras de arte donde se muestren figuras desnudas» y «si se publican con fines educativos» (sic). Mientras el señor Hamilton se ha visto igualmente censurado, Facebook, en el apartado normativo de su página web, asegura en su descargo que «trabajamos para mejorar la evaluación de este contenido».
El desnudo incomoda porque muestra el ser humano tal como es. Utilizado impropiamente puede herir tanto a los retratados como a los observadores. Pero, ¿acaso hay alguien que considera impropio un desnudo en un libro de Bellas Artes? No. ¿Se le ocurriría a alguien tapar un desnudo grecorromano en una galería? No, aunque Italia sí lo hizo en los Museos Capitolinos tras la llegada a Roma del presidente iraní Hassan Rohani para no herir su sensibilidad. La propia existencia de los Museos Vaticanos, por ejemplo, se justifica en la presencia de numerosísimas obras cuyo significado va más allá para mostrar la belleza como testimonio de la existencia de Dios. La pornografía provoca. La Historia del Arte educa.