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Broto, a la vera de Goya

El artista celebra el premio Nacional de Arte Gráfico con una colorista muestra en la Calcografía Nacional que reúne sus obras desde 1984 hasta la actualidad.
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El artista celebra el premio Nacional de Arte Gráfico con una colorista muestra en la Calcografía Nacional que reúne sus obras desde 1984 hasta la actualidad.
«Me siento muy agradecido por este premio tan valioso y, a la vez, muy honrado, orgulloso y abrumado por exponer casi en el mismo espacio que Goya», confesaba ayer José Manuel Broto en la Calcografía Nacional durante la inauguración de una retrospectiva de su obra que celebra su elección como premio Nacional de Arte Gráfico 2017. Además de exponer cerca del maestro zaragozano, Broto, también nacido en dicha provincia, recibió dos grabados suyos como parte del premio.
A diferencia del de Fuendetodos, sin embargo, en los grabados y litografías que conforman la muestra de Broto predomina el color, desde los tonos tierra más presentes en sus primeras obras, que datan de los años ochenta, hasta el brillo de amarillos, verdes y azules neón. «Quiero hacer hincapié en esto: yo necesité el color y lo introduje. No como un efecto decorativo, para mí el color es estructural, algo que conforma la obra», aseguró el artista, y añadió que sigue la misma lógica en sus pinturas. Tanto es así que el jurado, formado por Antonio Bonet Correa, Juan Bordes, Gustavo Torner, Chema de Francisco y Juan Carrete, destacó «la capacidad de Broto para trasladar a la obra gráfica su creación pictórica, asociada en un primer momento al constructivismo y luego a la neoabstracción». Tan importante es el color para el artista que a la hora de diseñar la exposición dejó de lado el orden cronológico y prefirió agrupar las distintas series que ha realizado a lo largo de su carrera dependiendo de sus tonalidades. Así, resulta interesante observar cómo unas litografías de 1992 complementan otras realizadas diez años más tarde.
Música y poesía
Obras como «Músicos» (2003) y la serie «Jazz Trinidad» evidencian que, como afirma el crítico de arte Alejandro J. Ratia, «mucha de la pintura de Broto tiene un trasfondo musical, que no se limita al homenaje a sus compositores predilectos. La música también impone un modelo a imitar, que busca las armonías renacentistas, tan complejas como humanas, de un Gesualdo o un Diego Ortiz. De las obras de este último, toma el título “Recercadas” para una sobria serie de cinco litografías. Un título que alude a la propia necesidad de búsqueda o reinvención de las formas». Por otra parte, junto a una de las obras puede leerse un poema de José Ángel Valente titulado «Maguelone». Inspirado en el canto de un pájaro que cautivó al poeta gallego durante una visita a ese pequeño pueblo de la costa francesa, sus versos inspiraron a su vez a José María Sicilia, de quien era muy amigo, y a Broto a crear una serie de obras que contrastaban por la ausencia de color en las del primero y la abundancia de él en las del segundo y que en 2006 fueron expuestas en la Galería Estiarte.
Además del poema y de las 53 obras de Broto, entre ellas una que creó especialmente para la muestra, el artista quiso incorporar retratos de los principales estampadores con los que ha trabajado a lo largo de los años. Al respecto, comenta que «el estampador es casi tan importante como el artista y por eso quería que estuvieran presentes. Para llevar a buen término el trabajo hay estar dispuesto a trabajar en equipo. Es justo reconocer que estas obras son también de Michael Woolworth, de Perico Simón, de Pepe Bofarull, de Jorge y Dora Marsá, o de Julio León, que son quienes las han materializado».

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