El «black power» está aquí
Tras dos años de polémica por la exclusión de negros en las nominaciones, este año Hollywood se abre a la diversidad con la llegada de Trump de fondo.
Tras dos años de polémica por la exclusión de negros en las nominaciones, este año Hollywood se abre a la diversidad con la llegada de Trump de fondo.
Este año no habrá protestas en el Teatro Dolby ni el boicot de grandes estrellas ni las ácidas críticas de Chris Rock (maestro de ceremonias en la pasada edición) ni el ya bien conocido hashtag @OscarsSoWhite incendiando Twitter. Tampoco habrá golpes de pecho ni propósitos de enmienda de la Academia de Cine norteamericana, presidida por la afroamericana Cheryl Boone Isaacs. Y es que, visto lo visto, tras dos años de agrias polémicas por la falta de diversidad racial y de género en la gran gala del cine mundial, con nominados negros o hispanos reducidos al mínimo, este año los Oscar serán diversos a más no poder. Casi como un bofetón a posta de Hollywood a esa américa «wasp» que preconiza Trump.
El cine «negro» coloca tres películas entre las nueve candidatas a mejor cinta del año: «Fences», «Figuras ocultas» y «Moonlight». El racismo en los años 50 centra el primero de los filmes, que cuenta con su pareja protagonista, Denzel Washington y Viola Davis, en las nominaciones a mejor actor y mejor actriz de reparto. «Figuras ocultas», por su parte, rescata la increíble y silenciada historia de tres matemáticas afroamericanas que trabajaron en la oscuridad para la NASA: una de sus protagonistas, la intérprete Octavia Spencer, aspira al Oscar a mejor actriz de reparto. Finalmente, «Moonlight», que acapara 8 candidaturas, entre ellas a su director (Barry Jenkins) y actor de reparto (Mahershala Ali), suma al entorno afroamericano otro ingrediente «tabú» en los premios de la Academia: la homosexualidad. Otro toque de atención para un Hollywood que no termina de convencer a los activistas LGTB, que ya vieron cómo, en la psada edición, la aplaudida «Carol» se iba de vacío.
Aunque no lo tendrá sencillo (por ahí andan Isabelle Huppert y Meryl Streep, entre otras), Ruth Negga, por «Loving», aspira al Oscar a mejor actriz. Este filme narra el amor imposible entre un blanco y una negra que, a pesar de haber contraído matrimonio, deberán enfrentarse a la dura segregación racial de la Virginia de los años 50.
Pero no todo son afroamericanos. A falta de alguna figura de peso como Iñárritu en la pasada convocatoria, dos hispanos se cuelan en las candidaturas: el mexicano Rodrigo Prieto, que opta a la estatuilla a mejor fotografía por «Silencio» y el puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, por el tema «How Far I’ill Go», de la cinta animada «Vaiana». Además, el actor británico de origen indio, Dev Patel, puede obtener la estatuilla a mejor actor de reparto. La cinta en la que trabaja, «Lion», que fomenta valores de hermanamiento entre culturas, es también una candidata a mejor película.
Tras la polémica del año pasado, la presidenta de la Academia anunció medidas para rebajar en cuatro años la media de edad de los académicos y fomentar el acceso a minorías raciales y a más mujeres. Sin embargo, aún antes de que se ejecuten las medidas, Hollywood ha tomado nota, sensibilizado también por la fuerte campaña anti-Trump que actores de gran renombre han emprendido tras la victoria del magnate.