«Hijos de Caín», cine del bueno
La diversión de cabecera hoy ya no es el cine, sino el teléfono, todos vivimos pendientes, incluso en los pases de las películas. Una locura. En la sección a concurso, Miguel Alcantud presentó «Diamantes negros», una coproducción hispano-portuguesa sobre el tráfico de menores en Mali que juegan al fútbol y que son «exportados» a otros países de Europa con promesas de futuro que quedan en miseria y engaño. Buenas intenciones las del director, pero la cinta no llega siquiera a entretener. Lo contrario de «Hijos de Caín», de Jesús Monllaó, con un magnífico José Coronado como protagonista. La cinta resulta por momentos tan previsible como sorprendente. Está muy bien contada. Y entretiene, regla número uno en este negocio del cine.