Crítica de "Kraven de Hunter": Marvel, caza menor ★★
Director: J.C. Chandor. Guion: Matt Holloway, Art Marcum, Richard Wenk. Intérpretes: Aaron Taylor-Johnson, Russell Crowe, Ariana DeBose, Fred Hechinger, Alessandro Nivola. Estados Unidos, 2024. Duración: 126 minutos. Fantástico.
![Un fotograma de "Kraven the hunter"](https://imagenes.larazon.es/files/image_1600_900/uploads/2024/12/13/675c1daa00395.jpeg)
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Y otra ración de Marvel, y otra ración de peliculita prescindible. Y es que, por mucho que Aaron Taylor-Johnson (que encarna al ínclito Kraven) luzca tal y como lo pueden ver en la fotografía superior, en mejor forma este hombre no puede estar, y que aparezca el siempre cínico y convincente Russell Crowe, quien parece que ha decidido colgar el hábito de sacerdote al menos un tiempo y seguir presumiendo de kilos, y muy bien que hace, en esta ocasión la todopoderosa firma ha vuelto a pinchar en hueso.
La historia es la de cómo el villano Kraven llegó a convertirse en lo que luego será, o sea, el antagonista de Spider Man obsesionado con derrotarlo. Porque, desde adolescente, Sergei Kravinoff, su nombre real, tuvo que verse las caras con un padre mafioso, inflexible y cabroncete (Crowe, claro), una madre que acaba harta de tanta dictadura machista y decide suicidarse y un hermano menor, lo reconoce él mismo, muy cobarde. De ahí que Sergei abandone la mansión familiar, de cuyas paredes cuelgan un sinnúmero de «trofeos» conseguidos durante las cacerías en las que los tres hombres de la casa participan, no sin antes, tras ser atacado por un enorme, pero exagerado de grande, león, salvar la vida gracias a la poción que una niña le administra.
Total, que, en plena Rusia salvaje y gracias a los poderes que consigue tras no morir aunque tenía todas las papeletas, el protagonista se transforma en un hombre que no muestra ninguna piedad para, por ejemplo, darle matarile a los cazadores furtivos. Conectado, pues, de forma sobrenatural con los animales, lo que le transforma en un depredador y le pone de vez en cuando los ojos amarillos, es capaz de rastrear a cualquier presa, de pelear cuerpo a cuerpo con quien se le ponga por delante y de luchar con cualquier arma que tenga a mano, por ejemplo, el diente de un tigre. Entre, aunque esta vez no son muchas, algunas que otras escenas de acción vistosas (la huida de la cárcel, la persecución, a la carrera, de un coche...) y muertes variopintas y curiosas, transcurre este aburrido filme con tan poca chicha. Pero si ni siquiera incluye escena post créditos... Qué poco confiaron en ella, ¿no?
Lo mejor:
Alguna que otra escena de acción, pero, sobre todo, ver lo bien que luce Taylor-Johnson
Lo peor:
La historia en sí es bastante endeble, y el filme resulta aburrido, prescindible