Justicia para «Homeland»

«Donde la nación ve un héroe, ella ve una amenaza». Esta frase promocional se convirtió en un gancho en la mandíbula de los espectadores y la crítica, que se quedaron KO ante la propuesta de «Homeland», ganadora por segundo año consecutivo del Globo de Oro a la mejor serie en la categoría de drama y la gran triunfadora de la noche. No extraña que esta producción se haya impuesto a «Boardwalk Empire», «Breaking Bad», «Downton Abbey» y «The Newsroom». Todas tienen una impecable factura y un gran empaque argumental. Sin embargo, «Homeland» cuenta a su favor con que muy pocas veces las productoras y las cadenas abordan un «thriller» político de actualidad con un marine que regresa a su país ocho años después de ser secuestrado por Al Qaeda y una agente del FBI que sospecha que los terroristas le han convertido a su causa y que puede cometer un atentado en cualquier momento. Cualquier aficionado al cine puede relacionar esta premisa con «El mensajero del miedo». Pero no, está inspirada en la serie israelí «Hatufim», aunque «Homeland» es menos ideológica y su trama es mucho más sofisticada y ambigua. La propia Claire Danes, que ganó el premio a la Mejor Actriz en un Drama por su interpretación en la serie, celebró cuando le entregaron el premio la calidad de la producción. «La televisión es un mundo enormemente rico en personajes complejos y jugosos para las mujeres». Era su deber defender la serie, pero es que, además, dijo la verdad. Su compañero Damien Lewis también se llevó su galardón. Con su segunda temporada ya concluida, y ya confirmada la tercera, «Homeland» es una serie que se prevé que tenga recorrido sin competidor a la vista, aunque las cadenas cada vez están más receptivas a series sobre conspiraciones políticas.

Se veía venir que «Girls» iba a ser la ganadora del Globo en la categoría de Mejor Serie de Comedia imponiéndose a «Modern Family», la gran perdedora de la noche. El efecto sorpresa de la serie ya no da réditos. «Girls» es la producción de moda en Estados Unidos y la heredera «bastarda» de «Sexo en Nueva York», alejada del mundo «light» de las amigas lideradas por Sarah Jessica Parker. Dirigida, escrita e interpretada por Lena Dunham –que ganó el Globo a la Mejor Actriz de Comedia–, seduce por su descaro, aunque no deja de tener un punto convencional.

En la categoría de mejor miniserie para la televisión ganó, y por goleada, ya que Julianne Moore y Ed Harris se llevaron el suyo, «Game Change». A McCain y Sarah Palin –el boleto ganador republicano para las presidenciales de 2008– la crítica les tenía ganas. Y la producción es impecable por su mordacidad y su visión «kitch»· de la política estadounidense.

Que Don Cheadle se hiciese con el Globo al mejor actor de comedia fue una sorpresa, aunque no quita lo justo de galardón. Más previsible fue que le dieran el premio en la categoría de mejor actor en miniserie a Kevin Costner por el ortodoxo y más que meritorio «western» «Hatfields & McCoys». El Globo de Oro a Maggie Smith, que no asistió a la gala, fue el más académico, para desventura de Sofía Vergara, que será la actriz mejor pagada de la televisión pero que continúa sin Globo y se tiene que conformar con la alfombra roja.