¿Quién fue el padre Pío en realidad?
José María Zavala dibuja en este documental el perfil de un santo carismático y controvertido.
José María Zavala dibuja en este documental el perfil de un santo carismático y controvertido.
Sin apenas salir de las paredes del convento capuchino de San Giovanni Rotondo, el nombre y el misterio del Padre Pío dieron la vuelta al mundo. Aún así, el fraile decía: «Haré más ruido muerto que vivo». Y quizás estaba en lo cierto. En 2002, 35 años después de fallecer, fue canonizado por Juan Pablo II y su personalidad sigue irradiando entre los numerosos devotos esparcidos por el globo. «Está aquí con nosotros, más de lo que pensamos –asegura la archiduquesa Camila de Habsburgo–. Vivimos desestabilizados por todo lo que pasa en el mundo y el materialismo nos ha dejado vacíos; necesitamos oxígeno en la espiritualidad, y Padre Pío nos puede ayudar». Por eso, esta noble austríaca se ha implicado como madrina en el filme «El misterio del Padre Pío», dirigido por José María Zavala.
Espiado por la Iglesia
El documental repasa la vida y el carisma de Pío de Pietrelcina, desde los inicios de su vocación y la revelación de los estigmas que lo acompañaron en su vida, a la polémica con la Curia, que incluso censuró las peregrinaciones a San Giovanni Rotondo y hasta espió con micrófonos la celda del fraile. Y es que pocos religiosos tan polémicos y controvertidos en el siglo XX como este hombre que aseguraba ser «un misterio para mí mismo». «Ni siquiera él entendía la grandeza de sus dones. Pero hoy es importantísimo hablar de su carisma. Es un testimonio moderno de esa fuerza, como lo es el de mi hijo Matteo». Habla Maria Lucia Ippolito, madre de Matteo Pio Colella, un niño que resucitó como Lázaro de la muerte mediante la intercesión del padre Pío y cuyo caso fue definitivo para la canonización del capuchino. «Esta experiencia nos ha colmado de responsabilidad. Vivir algo así es único, pero hemos intentado hacer una vida de familia normal», añade el padre.
El testimonio de la familia de Matteo es uno de los que jalonan este documental, que oscila entre la vida monástica y los altos estamentos vaticanos, entre los modestos fieles y los jerarcas de la Iglesia, para arrojar luz sobre un hombre que sigue siendo un misterio. Elia Stelluto, que con el tiempo se convirtió en su fotógrafo personal, es uno de quienes más cerca estuvieron del santo: «Tengo millones de fotos y ninguna es igual, su expresión cambiaba siempre. Él me tenía vetado el “flash”, pero las fotos salían como hechas al sol», recuerda.