Cumplir el deseo de su padre

Como ministra de Cultura, traté mucho a José Manuel Lara, por supuesto, pero cuando más trato tuvimos fue cuando yo era miembro del Gobierno andaluz. Le gustaba Andalucía, algo que estaba relacionado con el hecho de que su padre había nacido en Mairena, y José Manuel quería satisfacer el deseo que éste siempre tuvo: que el pueblo en el que nació tuviera una buena biblioteca. Algo que estaba relacionado con una de las actividades y las pasiones de su padre a su llegada a Cataluña: fundar el gran grupo editorial que finalmente creó. En eso, José Manuel Lara fue, entre otras muchas cosas, un gran hijo. Cuando lo conocí estaba empeñado en cumplir el deseo de su progenitor, y también en crear una Fundación en nombre de su hermano. Todo giraba alrededor de sus orígenes andaluces, algo que mucha gente no conocía. Fue en ese momento cuando lo conocí y lo traté muchísimo. Siempre me pareció que era un hombre con un grandísimo sentido común de la vida, lo que significa una fórmula capital de la inteligencia. Al margen de su vinculación con Andalucía, en los últimos 20 años de este país, el cincuenta por ciento de las cosas que podemos contar como avances en el terreno de la edición, el descubrimiento y el apoyo a grandísimos escritores y a buenísimos textos de que disfrutamos, se debe al empeño personal de un hombre que diversificaba su negocio. El empeño fundamental que tenía en torno a lo que representaba el libro, la lectura, la palabra, los escritores, el lenguaje, incluso la defensa del idioma, fue, en el caso de José Manuel Lara, algo capital. Fue siempre consciente de que ése era el epicentro que le movía como empresario, como español y como catalán. Yo conocí su alma andaluza. Su manera de entender España tenía mucho que ver con esa situación tan enriquecedora y dual que él había vivido como hijo de andaluz y como catalán.

* Ex ministra de Cultura