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Desmontando a Ted Kennedy

John Curran firma una película sobre el escándalo de Chappaquiddick
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  • Víctor Fernández está en LA RAZÓN desde que publicó su primer artículo en diciembre de 1999. Periodista cultural y otras cosas en forma de libro, como comisario de exposiciones o editor de Lorca, Dalí, Pla, Machado o Hernández.

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John Curran firma una película sobre el escándalo de Chappaquiddick.
Algún día deberíamos parar nuestra atención hacia el cine conservador que surge de Estados Unidos, muy en la línea de ciertas políticas seguidas por el actual inquilino de la Casa Blanca. Un cine que dedica a destrozar mitos liberales y uno de ellos puede ser el de los Kennedy. Cuando se le pregunta sobre esto a John Curran, director de «El escándalo de Ted Kennedy», niega la mayor. Define su película como intento de «bajar a los Kennedy del pedestal. Lo que he querido hacer es colocarlos en una dimensión realista».
El filme narra un episodio controvertido y que acabó con las aspiraciones presidenciales de Ted Kennedy en junio de 1969. Tras abandonar una fiesta en la isla de Chappaquiddick, Kennedy conducía un coche que cayó a un lago. No iba solo: lo acompañaba una joven llamada Mary Jo Kopechne que pereció ahogada. Ted no hizo nada por socorrerla al dejarla a su suerte. Cuando quiso poner remedio la situación ya era demasiado tarde.
¿Por qué ha querido contar ahora esta historia? Curran explica que «hace casi diez años que murió Ted Kennedy y me resulta sorprendente que a algunos les parezca mal que se haya hecho esta película. Es como si fuera una historia de la que no tenemos que hablar».
Y en la película se habla y mucho, buceando especialmente en todo cuanto apareció en los medios de la época, además de posteriores investigaciones del caso. Sin embargo, la cinta ha querido darle un especial protagonismo a la inocente víctima y de quien se ha sabido muy poco. «Desde el guión quisimos que la película se centrara en los hombres y que Mary Jo fuera la protagonista femenina. Para ello se ha seguido una narrativa que va evolucionando y que adopta perspectivas distintas: los hechos reales basados en la investigación y el testimonio de Ted», comentó el cineasta quien asegura que no se ha inventado nada de lo que cuenta. «No nos inventamos nada sobre el caso y los esfuerzos del entorno del senador por cerrarlo rápidamente», dice pese a que «The New York Times» publicó un extenso artículo en el que lo acusaba de permitirse no pocas licencias en la película.