Dominic Savage: «Los filmes como éste ayudan a cambiar el orden establecido»

Escribió «La búsqueda de la felicidad» para Gemma Arterton, que interpreta a una madre que se siente infeliz con su vida y con el papel que la sociedad la ha obligado a desempeñar.

Tara lo tiene todo: un esposo que la adora, dos hijos preciosos y una casa en los suburbios cercanos a Londres en la que hace barbacoas los fines de semana junto a sus amigos. Y, sin embargo, Tara se agobia, se aburre, se entristece. Cuando no aguanta más, se escapa a París. Gemma Arterton aceptó el reto de interpretar a un personaje al que se parece demasiado. Cruzar la frontera entre realidad y ficción era precisamente la intención del director de «En busca de la felicidad», Dominic Savage.

–El filme se rodó de manera improvisada, sin seguir un guión. ¿Cuáles son los beneficios de este estilo de rodaje?

–Me gusta sentir que los personajes no están interpretando sino más bien sintiendo. La improvisación permite a los actores meterse de lleno en cada escena, por tanto, se sienten como si estuvieran viviendo realmente la experiencia, en lugar de interpretando su idea de dicha experiencia a través de un texto.

–El resultado es una película íntima que genera una sensación parecida al voyeurismo.

–Quise contar la historia desde la perspectiva de la protagonista, Tara. Que nos metiéramos en su mente, en su mundo y en sus sentimientos. Fue una de las primeras cosas de las que hablé con Gemma Arterton, y ella estuvo de acuerdo. El reto requería de valentía y del deseo de ser completamente honesta. Queríamos que la perspectiva femenina fuera palpable en todo momento.

–De hecho, desarrolló la historia para ella y alrededor de su propia experiencia.

–Sí, fue inspirada en ella y escrita para ella. Gemma comparte muchas características con Tara, como la sensación de claustrofobia en situaciones en las que no siente que está siendo quien es realmente. Aunque ella no es madre, fue capaz de empatizar con la maternidad. Rodé el filme en el pueblo donde Gemma nació, en Gravesend, Kent, y hasta rodamos en el jardín de la casa de su madre. Elegí ambientar la película en un mundo en el que ella se sentía cómoda para otorgar mayor autenticidad a su personaje.

–Nadie del entorno de Tara le sugiere ir a terapia. ¿Está estigmatizada la salud mental?

–En los suburbios de clase media alta las cuestiones de salud mental no son discutidas ni reconocidas. El esposo de Tara no quiere entender ni entenderá por lo que ella está pasando. Él no la escucha. Deberíamos hablar más para comprendernos mejor unos a otros.

–El filme cuestiona los papeles que la sociedad otorga a la mujer, como la maternidad. Después de un año en que los temas femeninos han estado en constante discusión, ¿ha cambiado algo?

–Muchos hombres se sienten incómodos con la idea de que ellas se están liberando de los papeles que se espera que desempeñen, lo he visto en las reacciones a la película en Reino Unido. El cambio es lento y deberían hacerse más filmes como éste porque ayudan a cambiar el orden establecido.