El desamor de Patricio Pron

Un viaje en metro y una mirada rápida alrededor, a esa docena de pasajeros que descartaban perfiles en un buscador de parejas, encendió la imaginación literaria de Patricio Pron. ¿Qué sucedía en esta sociedad para que las personas hayan terminado descartando a otras como simples naipes de una baraja? La contestación ha sido "Mañana tendremos otros nombres", novela que ayer ganó la 22 edición del Premio Alfaguara. El relato de un un fracaso afectivo. Según el jurado "Es la fascinante autopsia de una ruptura amorosa, que va más allá del amor: es el mapeo sentimental de una sociedad neurótica donde las relaciones son productos de consumo. Bajo la anonimia de unos Él y Ella, construye la historia de dos personajes que son vagamente conscientes de su alienación. Un texto sutil y sabio, de gran calado psicológico, que refleja la época contemporánea de manera excepcional y toma el pulso a las nuevas formas de entender los afectos".

Juan José Millás, uno de los miembros del jurado, explicó que esta obra "trata del capitalismo financiero. Es una novela de terror donde no aparece la palabra terror, que se manifiesta en el comportamiento de sus víctimas, que son jóvenes urbanos, pulcros, bien pagados, que forman un tejido social. Viven oprimidos por una determinada cadena de cosas de las que no saben cómo defenderse. Las costumbres culturales han sido sustituidas por hábitos de consumo. El marido consume la esposa y la esposa a su marido. Si tienen hijos, los consumen igual igualmente". Esta reflexión sobre la influencia y la potencia del mercado y el consumo actual en las relaciones daba pie a que el propio autor explicara una obra ubicada hoy en día en Madrid, cuando una pareja deciden separarse después de cuatro años de convivencia. Una ruptura donde ella argumenta mantener un idilio con un amante, algo que es falso, y él, un ensayista, quedará desconcertado ante la apertura de una realidad inesperada.

A partir de aquí se abre una reflexión sobre esta generación Tinder y cómo inciden las nuevas tecnologías en la manera de relacionarnos entre nosotros. "Lo que podría decir -explica Pron- es que de un tiempo a esta parte, en el entorno del amor confluyen unas determinadas cosas, como dispositivos tecnológicos, instituciones sociales, presiones de un lado o de otro. El amor está cambiando de una forma u otra al tiempo que se conforman nuevas uniones y, por eso, cada vez es más difícil imaginar un final para ellos. Tratar de comprender esto y rubricar un final feliz era el desafío". El novelista aclaró que este trabajo es una novela "de ideas ni de filosofía, sino de diversas tendencias y prácticas, que surgió a raíz de experiencias personales y de amigos míos, de mi edad, más o menos, los cuales en los últimos años regresaban a la soltería descubriendo otras relaciones de diez o catorce años. Entonces se daban cuenta en que la forma en que tomaban contacto con nuevas parejas habían cambiado por completo. Fue esto y ver a tantas personas consultando una pantalla lo que decidió a escribir este libro".

Un tributo a Claudio

La desaparición de Claudio López Lamadrid, editor de Penguin Random House, ha hecho que la edición de este galardón se haya convertido en un homenaje y tributo a su figura y persona. "Claudio fue uno de los valedores de mi trabajo en España y me animó a presentarme a esta edición. Es una desgracia que no esté aquí, aunque el catalogo de él está ahí", comentó Patricio Pron. Nuria Cabutí, Consejera Delegada de Penguin Random House Grupo Editorial, recordó que "para nosotros es un día de celebración, pero se ha ensombrecido por una de las noticias que han afectado al mundo del libro. Claudio López Lamadrid puso todo su conocimiento en acercar las realidades de la lengua castellana. Esto es lo que me gustaría evocar hoy aquí para recordar a Claudio, como tributo, y dedicarle la edición de este Premio".