El folclore, superado
¿Supuso la Guerra Civil una ruptura en la evolución de la fotografía española?
–Al contrario. Creo que, de hecho, la de prensa alcanza su grado de madurez en esta época con profesionales como, por ejemplo, Manuel Cervera, un fotógrafo taurino que retrató la retaguardia de los dos bandos. El problema es que,en ese momento los medios están absolutamente polarizados y al acabar la contienda a muchos se les retira el carné de prensa. Pero los años 20 y 30 son una verdadera época dorada.
Entonces, ¿por qué los fotógrafos más conocidos de esta guerra son extranjeros?
–Vinieron muchos de fuera porque veían en España un ejemplo de la misma polarización que se producía en el resto de Europa y que devino en la Segunda Guerra Mundial. Muchos de los españoles se fueron al extranjero con sus fotos, como los hermanos Mayo a México. Fuera de España son muy poco conocidos. Ahora se empiezan a encontrar imágenes y estudios sobre cómo se fotografió, las manipulaciones que se hacían. Lo que desde luego no había era voluntad de veracidad, sino propaganda.
¿Qué caracteriza la fotografía española? ¿Es costumbrista?
–En una época sí que predominó el folclore, con toreros, bailaoras y bandoleros. Esto se debe a que los artistas se veían forzados a adoptar estos cánones porque era lo que se esperaba de ellos en los certámenes internacionales. Ha costado mucho desprendernos de eso.
¿Cómo es el momento actual?
–Cuando acaba la dictadura, el panorama es absolutamente dispar. Conforme España se abre a Europa, se produjo cierta ansiedad por estar en sintonía con ella, lo que provoca una falta de identidad. Ahora es el momento de desarrollar nuestra propia gramática.
¿Qué influencia tiene la expansión de la fotografía gracias a los teléfonos móviles?
–No me da mucho miedo. Todos sabemos escribir y eso no nos hace buenos escritores. En todo caso es muy positivo que la gente sepa más de fotografía porque así tendrá más herramientas para juzgarla.