El Tiziano caído y rasgado vuelve a El Escorial

El cuadro "Cristo crucificado"se desprendió en octubre del año pasado y sufrió desperfectos

Después de siglos colgando en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, el "Cristo crucificado"de Tiziano dio un susto monumental a los responsables de Patrimonio Nacional al desprenderse del muro del que colgaba y sufrir rasgaduras a principios de octubre del año pasado.

El suceso motivó una intervención en profundidad en este óleo de 242 x 137 cms., marco incluido, en el que se apreció, según especificó Patrimonio “un desgarro horizontal considerable del soporte de tela, que ha afectado a la zona inferior del cuadro”. El desgarro fue de 97 centímetros de longitud.

La obra, colgada en la sacristía fue inmediatamente retirada “y se procedió a su protección y embalaje para el inmediato tratamiento y restauración en los talleres de los servicios centrales del Patrimonio Nacional”, explicó entonces la institución.

Ahora, nueve meses después de su desprendimiento, El Escorial volverá a lucir el cuadro. Será a partir de mañana, una vez que ya han finalizado los trabajos de restauración. Para celebrarlo, la Sacristía del Real Monasterio abrirá sus puertas durante el mes de junio de martes a viernes desde las 11:00 a las 14:00 horas.

Tras los procesos de evaluación y estudios para las acciones a emprender se ha recolocado su posición original de las dos telas del lienzo, tela original y tela de forración. Los especialistas también han consolidado la capa pictórica de los bordes del desgarro y se recuperó el soporte mediante una microcirugía, haciendo coincidir los hilos de la urdimbre y entretejiendo los de la trama. Se han colocado hilos dobles en posición vertical a modo de puentes de unión. Estos elementos se aplicaron con cola animal y gacha (masa blanda). Con el lienzo ya estabilizado, se estucaron las pequeñas faltas, se reintegraron cromáticamente y se protegieron con barniz. Tiziano Vecellio es uno de los grandes maestros de la historia del arte. Hacia 1555 se producen cambios en su pintura, y una de las obras de arte que plasman la etapa madura del artista es el 'Cristo Crucificado', que sería enviado al Rey Felipe II.