Ramon Boixadós, alma de la Fundación Dalí

El responsable de la institución daliniana, que falleció ayer, lo fue también de Renfe y coordinador de la obras olímpicas de Barcelona’92.

Ayer falleció Ramon Boixadós Malé, presidente de la Fundación Gala-Salvador Dalí, según informó ayer la propia institución dedicada al pintor ampurdanés en un comunicado. Boixadós se hizo cargo en 1991 de la presidencia de la entidad, «convirtiéndola, con los años, en una institución referente a nivel mundial en cuanto a la gestión y la defensa del legado» de Dalí, según se destacó en su comunicado el patronato y el comité de dirección de la fundación, que califican su muerte de «irreparable pérdida».

Había nacido en Figueras (Gerona) el 31 de diciembre de 1927, doctor ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona, Boixadós fue presidente de Renfe entre 1983 y 1985 donde fue aplaudida su labor como gestor, así como de Ibermutuamur, de Exel (Iberia) Grupo y de Cálculo y Tratamiento de la Información SA.

Boixadós fue coordinador general de las obras olímpicas de Barcelona de 1989 a 1992, consejero delegado de la Villa Olímpica, consejero en el patronato del Museo Olímpico de Lausanne, Hewlett Packard Iberia, Madrid Palace Hotel, Hotel Ritz Madrid y Fecsa, entre otros cargos, según se recuerda en el comunicado.

Fue distinguido con la Gran Cruz Alfonso X El Sabio, la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña, la Medalla de Oro de la Universidad Complutense de Madrid o la Fulla de Plata del Ayuntamiento de Figueres, entre otras distinciones.

La labor de Boixadós al frente de la institución daliniana ha sido impecable. A ella llegó en 1991, dos años después del fallecimiento del padre de los relojes blandos. En la actualidad la Fundación Gala-Salvador Dalí gestiona el Teatro-Museo Dalí de Figueres, la exposición Dalí-Joyas en Figueres, la Casa-Museo Salvador Dalí de Portlligat y la Casa-Museo Castillo Gala-Dalí de Púbol. El Teatro-Museo es hoy en día en uno de los museos más visitados de nuestro país, alcanzando los 1,3 millones en el pasado año.

En el tiempo en el que Boixadós ha sido presidente se han cerrado viejas polémicas, como la batalla por el control de los derechos de autor de Dalí, un pulso que se mantuvo con Robert Descharnes, el que fuera último y controvertido secretario personal del artistas. Boixadós estuvo también en el cargo de presidente en el tiempo en el que se celebró el centenario del genio surrealista y que, entre otros frutos, dio la publicación de la obra completa literaria de Dalí, así como el inicio de la edición en red del catálogo razonado de la obra pictórica de uno de los maestros del siglo XX.