Museo Thyssen

Francesca vuelve al Thyssen

La hija del barón presenta el proyecto «Purple», de John Akomfrah, contra el cambio climático y estrecha lazos con la pinacoteca.

Un fotograma del proyecto «Purple», de John Akomfrah, que cuenta con seis horas de material para concienciar contra el cambio climático
Un fotograma del proyecto «Purple», de John Akomfrah, que cuenta con seis horas de material para concienciar contra el cambio climáticolarazon

La hija del barón presenta el proyecto «Purple», de John Akomfrah, contra el cambio climático y estrecha lazos con la pinacoteca.

Francesca Von Habsburg, hija del barón Hans Heinrich Thyssen, entró ayer por la puerta grande de la pinacoteca madrileña con el proyecto «Purple» del artista británico John Akomfrah, que produce la institución artística TBA21 fundada por ella misma. Se trata de la primera colaboración de la coleccionista, también miembro del patronato del Thyssen, con este museo, y una de las primeras veces en las que la institución se abre al arte contemporáneo. «El museo nunca ha estado tan comprometido con este tipo de arte como ahora», aseguró ayer Guillermo Solana, su director artístico. Tanto es así que la pinacoteca ha levantado en tiempo récord el proyecto, integrándolo en el presupuesto de manera «express», y hasta ha demolido un muro de la sala en la que se muestra esta video-instalación que recoge mediante seis horas de grabación divididas en seis pantallas la problemática del cambio climático y los desafíos a los que se enfrentan los ricos ecosistemas del mundo.

La obra bebe tanto de la pasión por el arte de Francesca Von Habsburg como de su activismo ecologista. En Akomfrah, que regresa así al arte tras una larga trayectoria cinematográfica, encontró un cómplice. La pieza expuesta trata de concienciar a través del romanticismo épico de los paisajes que el artista ha retratado en su gira por diez países diferentes combinado con imágenes de archivo que muestran el deterioro medioambiental y la respuesta insuficiente que los políticos y la sociedad han dado a este problema.

«Simplemente se trata de un llamamiento a la solidaridad», aseguró el artista, arropado por la coleccionista, que defiende la necesidad de poner «un foco especial en la defensa de los océanos» con una obra «desafiante y polémica como ésta». Para Chus Martínez, comisaria de la muestra, es una «invitación radical a cuestionar los formatos de comportamientos que sitúan al hombre al mismo nivel que la naturaleza». Martínez es la responsable del programa «El futuro no es lo que va a pasar sino lo que vamos a hacer» que vehícula numerosas actividades en torno a Arco, que arranca el miércoles. El proyecto «Purple» se integra así en la cita artística y abre una ventana de diálogo del museo Thyssen con el contemporáneo.

«Este lugar es mi casa»

La visita y colaboración de Francesca Von Habsburg cambia las relaciones de la hija del barón con Carmen Cervera, con quien ha tenido numerosos desencuentros en el pasado por la gestión del patrimonio del barón Hans Heinrich Thyssen. Sin embargo, ayer, Von Habsburg quiso agradecerle el apoyo recibido para esta exposición. Asimismo, dijo sentirse «especialmente orgullosa de traer estos planteamientos personales y políticos al museo, que es un lugar que siento como mi casa». «Es el principio de una larga relación con el Thyssen y eso es lo que me importa», concluyó. Para Guillermo Solana, por su parte, «es muy importante que la tercera generación de los Thyssen, la más reciente, se incorpore a este museo con pleno derecho y con toda la pompa y solemnidad». Para ambas partes, el arte no solo debe servir de alimento al espíritu, sino de espacio de reflexión sobre los retos de la humanidad, entre ellos, la conservación de los océanos.