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Isabel Múñoz: «Cada hombre es el cielo y el infierno»

Grande y veterana, su trabajo fue reconocido ayer con el Premio Nacional 2016
larazon

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El cuerpo como expresión de uno mismo. En la danza, en la capoeira, en las tribus tradicionales del continente negro y también en las bandas criminales que pueblan nuestras actuales urbes. Isabel Muñoz, una de las grandes de la fotografía, un referente ineludible junto a Cristina García Rodero. Su trayectoria fue reconocida ayer con el Premio Nacional de Fotografía 2016. Pero ella dice que no es a su trabajo, sino al de todos los hombres y mujeres que se dedican a su profesión. «El cuerpo habla de nosotros de cómo somos y de cómo amamos. Es un libro que a veces es más fácil de leer, como en Etiopía, donde cuenta muchas cosas», explica con humildad, casi emocionada. La llamada que le ha comunicado el fallo ha sucedido hace apenas unos minutos y todavía esta emocionada. Detrás de ella, a sus espaldas, está todo lo que ha visto: en África, en América. «Es complicado moverte con las maras, porque no sabes cómo hacerlo. Ellos se deben siempre a un jefe. Pero lo que pensé en esos momentos es qué estamos haciendo en el siglo XXI para que la juventud tenga que usar la piel como un libro para contar las cosas tan tremendas que les suceden».
El eslabón perdido
Isabel Muñoz, que nunca pensó dedicarse a la naturaleza, sin embargo, durante uno de sus proyectos en Nueva Guinea Papúa se encontró con el eslabón más cercano al hombre, una experiencia que aún recuerda intensamente: «Fue durante atardecer cuando me di cuenta de lo cercanos que estamos a los grandes simios. Con este trabajo reflexioné sobre de dónde venimos y cambió mi visión de muchas cosas. Me he dado cuenta de cómo aman los gorilas, los sentimientos que tienen. Cuando los fotografié, lo hice como un álbum de familia. Ellos sentían la misma curiosidad ante la cámara que nosotros; para mí era como retratar a nuestros antepasados. Un día, al regresar junto a ellos, uno me recibió poniéndose la mano en el ojo, como si me fotografiara a mí, como si estuviera sosteniendo un tele. Eso hace que te cuestiones el tema de sus derechos, porque lo cierto es que sienten igual nosotros. A veces pienso que deben sentirse de la misma manera que los esclavos».
Isabel Muñoz, que ha desarrollado un estilo difícil de encasillar, de un acentuado estilismo, pero sin renunciar a la calle, ha visto lo mejor y lo peor de los seres humanos, y asegura que «la naturaleza humana puede ser maravillosa y mágica al mimso tiempo. Todos tenemos una parte oscura. He visto lo más maravilloso y también lo más duro de nosotros, la luz y oscuridad. Todos somos cielo e infierno, aunque no debemos tener miedo, sólo aceptarlo».