Jordi Canal: “Se tiene una visión antigua de la monarquía”
El historiador Jordi Canal publica un ensayo sobre el futuro de la Corona y asegura que más que un problema es una solución: “Puede ser un factor de estabilidad en el futuro”.
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A los debates hay que acudir con la mirada limpia de prejuicios, sin cerrar por sectarismos o ideas preconcebidas o posicionamientos políticos replegados, no dispuestos a escuchar. Jordi Canal entra en la delicada cuestión de la Corona, de su papel y su futuro, en un libro breve de páginas, pero enjundioso en sus planteamientos. “La monarquía en el siglo XXI” (Turner). “Ha sido garantía de una España que crecía en Europa y económicamente. Pero esto se rompe con la crisis del siglo XXI, que es una “policrisis”, porque es económica, social y política. Afecta a todas las instituciones, a la moral y los valores. Y esto coincide con un cambio generacional”. El autor, historiador y profesor en la EHESS de París, comenta por qué los más jóvenes tienen una percepción diferente de la Corona: “Ellos no tienen un recuerdo ni tampoco las enseñanzas de lo que significó la monarquía a la salida del franquismo, porque no lo han vivido. Es un error que se ha cometido. Nadie se ocupó en la escuela, desde el espacio público explicarles su importancia en la Constitución y la democracia. Esto explica que el republicanismo, algo sin demasiada importancia en el último cuarto del siglo XX, haya adquirido importancia, aunque menos real de lo que se piensa”. Para Canal existen tres grupos que han alimentado el desafecto hacia la monarquía: “Son tres: los independentistas, el entorno de Podemos y de Izquierda Unida, y jóvenes afectados por la crisis de 200”.
-Se habla de la monarquía como si fuera una institución absolutista, pero es parlamentaria y ejerce de árbitro. ¿La gente no tiene una mirada antigua sobre ella?
-He escrito este libro para salir de estos tópicos que identifican monarquía con algo antiguo o que dicen que es incompatible con la democracia. Ha faltado pedagogía de la monarquía. No se ha sabido explicar las cosas. Determinados privilegios son mal vistos en la actualidad actual y creo que algunos medios de comunicación que se ocupan de temas monárquicos lo hacen de una manera frívola y han abandonado dar información sobre qué hace la monarquía para centrarse en aspectos decorativos. En la televisión lo que se cuenta de ella es el último vestido de la reina, una operación o un error que se haya cometido, pero nadie cuenta qué hace el Rey y la Reina en su día a día: a quien visitan, qué hacen en los viajes de estado, cuántas reuniones mantienen con diferentes sectores de la sociedad. Esto hace que se tenga una imagen antigua. También es vista de una manera presentista, sin perspectiva histórica. Es lo que pasa con Juan Carlos I. Se menciona lo del elefante o Corinna, pero olviden o no presten atención a todos los años del reinado que hubo desde el 75 y principios del siglo XXI. Esto con el tiempo se corregirá.
-Existe un debate sobre república y monarquía.
-No hay que esconder este debate. Pero si lo hacemos debe ser en serio. No nos sirven los argumentos que se usan ahora. El independentismo sólo hace actos simbólicos, asegura que Cataluña no tiene rey o declarar al rey persona non grata. Eso no sirve para nada. Eso no es un debate. El entorno de la izquierda populista tampoco usa argumentos. Proclama sentencias. Si uno lee lo que Pablo Echenique escribe contra la monarquía, como que es cara o no es democrática, ¿Hasta qué punto es serio? Si uno se para a verlo, ¿por qué los países con el mayor índice de democracia son precisamente monarquías? ¿Por qué la Francia republicana gasta trece veces más que la monarquía española para mantener la jefatura del estado? Se dice que es anacrónica, pero es absolutista: es una monarquía constitucional, parlamentaria y republicana, porque está basada en los valores republicanos. Se dice que la república es más democrática. Que eso se lo cuentan a los venezolanos. Hay monarquías que no son democráticas, como las del golfo, pero también hay muchas repúblicas que no son democráticas. Ser una república no es garantía de nada. Con estos argumentos no se puede ir a un debate sobre lo que significa republicanismo o la compatibilidad con la monarquía con la democracia. Si pensamos en los momentos monárquicos y republicanos, concluimos que ha habido más libertad durante la monarquía de Juan Carlos I que en la Segunda República. Si colocáramos los argumentos a favor de la Corona y la república, no estoy muy convencido de que la monarquía saliera perdiendo.
Jordi Canal se apoya en las encuestas para demostrar que la Corona no es ningún problema para los españoles. “Podemos y los independentistas aseguran que el CIS no pregunta sobre la monarquía. Es cierto e incierto a la vez. El CIS sí pregunta y lo que no hace es una pregunta directa. Pero la cuestión que siempre está es “¿cuál es el primer problema?”. Es interesante ver que la monarquía como máximo saca un 0,2 por cierto. La monarquía no es el problema de España. Queda claro que son sus gobernantes, la corrupción, el paro, la economía y un montón de temas. La monarquía se percibe como un problema real. Otra cosas es que determinados grupos hayan tratado de convertirlo en un problema, pero no es verdad. Ni en 2011, 2012, 2013 o 2014. El problema no aparece de ninguna parte. La monarquía ha ayudado ala consolidación del régimen democrático y europeo. Con ella, España ha crecido económicamente y se situó en un espacio económico europeo potente. Ha ayudado a que muchas generaciones vivieran mejor que sus padres y abuelos, aunque esto se ha roto, pero no por la monarquía.
-Usted no ve la monarquía como problema, sino como solución.
-Si pensamos en su reconducción y modernización desde 2014, creo que puede ser la solución de bastantes problemas. Mucho mejor que una aventura republicana que no sabemos a dónde podría llevarnos ni sabemos a dónde nos arrastrarían Torra, Puigdemont o Echenique. Desde luego no hay color. Yo me quedo con una monarquía. Creo que la actual no se sale de la línea que está marcada: es ejemplar, es transparente y desarrolla un trabajo riguroso. La monarquía puede ser un factor de estabilidad en la España del futuro.