Piratería en la red

La industria cultural exige una ley más dura contra la «piratería»

El foro «Cultura en Red» analiza la ineficiencia de la actual normativa «antidescargas». «Enlazar contenidos protegidos, lucrándose o no, es ilegal», destacan los creadores

Los creadores insisten en el esfuerzo que han hecho en la red
Los creadores insisten en el esfuerzo que han hecho en la redlarazon

Con la segunda década del siglo XXI adentrándose poco a poco, la idea del «todo gratis», o al menos el debate que parecía dominar durante algunos años, ha ido quedando arrinconada por otras consideraciones, como la búsqueda de modelos que permitan coexistir al derecho de los creadores de contenidos culturales a vivir de su trabajo con el desarrollo de una herramienta como es internet. La clave, al menos para la mayor parte de los ponentes y participantes ayer en los encuentros «Cultura en Red», ha de buscarse en un adecuado marco legal que sea garante de los derechos de los primeros. «Cultura en Red», un foro que ayer celebró su primera edición en Madrid organizado por el Grupo Planeta, Bertelsmannn y NBCUniversal, visitará después otras capitales europeas, donde abordará el mismo asunto: la convergencia de la industria cultural y la tecnológica.

Esfuerzo creativo

El encargado de la primera ponencia fue el vicepresidente del Grupo Planeta, José Creuheras, quien subrayó la importancia del entorno digital para el futuro, y no sólo de los creadores. «Una sociedad que valora la propiedad intelectual, que protege la creación de contenidos, es una sociedad que está pensando en su futuro, que se preocupa por ofrecer oportunidades a sus ciudadanos», aseguró Creuheras. Para el directivo de Planeta, «la industrial cultural tanto española como del resto del mundo ha realizado un enorme esfuerzo creativo y económico para proporcionar a los consumidores una oferta variadísima de contenidos digitales de alta calidad al mejor precio posible. Con imaginación e intentando adaptarnos a las características del mercado». Sin embargo, la «piratería» sigue existiendo. El 68% de los españoles descarga libros gratis, recordó, y aprovechó para realizar un llamamiento: «Hoy nos encontramos ante el gran reto entre aquellos que ofrecemos contenidos digitales legales y aquellos que a través del esfuerzo y reputación ajenos se dedican a ofrecer, lucrándose indebidamente en la mayoría de los casos, contenidos sobre los que no tienen ninguna titularidad. La Administración pública tiene la responsabilidad de evitar y censurar este desequilibrio. Hoy se ha demostrado que la Comisión Sinde, a pesar de representar en aquel momento en su texto un avance significativo, es ampliamente insuficiente. Si se quiere tener cierto éxito deberemos ser todos mucho más ambiciosos. De hecho, incluso con posterioridad a la Comisión, lejos de amilanar a los infractores el número ha aumentado en casi más del doble. Es necesaria y urgente una reforma de nuestra normativa actual en materia de propiedad intelectual y penal. Una normativa que proteja por igual a autores, creadores y proveedores de contenidos culturales». Por eso, no dudó en asegurar: «La legislación no puede permitir que la actividad de enlazar hoy en día se siga pretendiendo que sea legal. Enlazar con contenidos ilícitos cuando tienes conocimiento de ello, lucrándote o no, es ilegal».

La petición de un nuevo ámbito normativo se repitió en las mesas redondas que siguieron. En la primera, el presidente de Fapae, Pedro Pérez, compartió reflexiones al respecto con Luis Enríquez, consejero delegado del Grupo Vocento («necesitamos un entorno jurídico confortable y asegurador»); Rosalía Lloret (Prisa Noticias); Fernando Carro (presidente y consejero delegado de Bertelsmann España); y con Luis Velo (Telefónica Digital). Para Pérez, «se nos ha enfrentado a los creadores de las diferentes industrias con el público, yéndose de rositas los que facturaban las redes», y dejó claro el representante de los productores de cine que al hablar de internet «es el único sitio donde se diferencia entre oferta legal o ilegal. De la ilegal no debería ni siquiera hablarse».

Tras la intervención del embajador de EE UU, Alan Solomont, le tocó el turno a una mesa moderada por Mara Torres, en la que la directora general de Políticas e Industrias Culturales y del Libro, María Teresa Lizaranzu, regresó a terrenos similares junto al secretario general del Grupo Planeta, Luis Elías; Borja Adsuara (Red.es); Francisco Ruiz Antón (Google España); Carlota Navarrete (Coalición de Creadores); David Ortega (OCU); y Javier Sanz (BMG). Por la tarde llegó el turno de hablar de sostenibilidad de la cultura en el entorno digital, y Estela Artacho (Fedicine), Antonio Guisasola (Promusicae), José Gabriel González Arias (AEDE). Guisasola corroboró la necesidad de definir claramente un marco legal de protección de los derechos de autor con un ejemplo: «Yo me preocuparía cuando Kim Dotcom dice que le gustaría venirse a España o cuando The Pirate Bay dice que en España se sentirían más seguros. Podemos coger la marca España de dos maneras, una es ésta y otra es por la gente que trabaja en el mercado de la oferta legal. Nosotros hemos hecho nuestros deberes. La administración no ha hecho los suyos todavía».

Una mesa final sirvió para conocer diferentes modelos de negocio que están funcionando ya en España en internet, como Filmin.es (representado por Juan Carlos Tous), Wuaki.Tv (Josep Mitjá), Filmotech (Juan Alía), el Booquo del Círculo de Lectores (Joaquín Álvarez de Toledo), 24Symbols (Aitor Grandes), Deezer (Leo Nascimento) y Orbyt (Eva Fernández), acompañados por el moderador José María Castillejo (Zinkia). En ella se vieron otras perspectivas de realidades empresariales en marcha: alquiler, streaming, almacenamiento en la nube... «El debate de la piratería ya es cansino. Es un mal por el que poco podemos hacer», resumía Tous. Y Alía despejaba cualquier sombra de duda sobre la falta de oferta: «Ya no existe esa excusa de decir que no hay alternativa legal».

El detalle

CUANDO LA OFERTA LEGAL ES ABUNDANTE

Una de las reivindicaciones tradicionales de los partidarios del gratis total es que no había oferta legal en la red. Desde hace unos meses, es bastante difícil sostener este argumento. No hay más que echar un vistazo a www.mensientodecine.com, donde es posible ver todos los portales que ofrecen cine a precios asequibles, desde Filmin a Ono, casi treinta plataformas. Algo similar ocurre con www.elportaldelamusica.es, que pone a disposición de todos los internautas desde los últimos grandes éxitos a lo más «indie». El número de títulos en e-books se ha multiplicado en los últimos tiempos, no sólo por la labor de digitalización, sino por el éxito de novedades en formato digital en plataformas comerciales como la web de la Casa del Libro.

La industria del videojuego pierde 270 millones de euros en 2012

La facturación de la industria del videojuego en España cayó durante el año pasado un 16 por ciento, hasta los 822 millones de euros, lo que supone regresar a cifras del año 2005. A la espera de la llegada de las nuevas consolas de Sony y Microsoft y la popularización de Wii U de Nintendo, los fabricantes esperan que 2013 sea «un año difícil», aunque creen que estas nuevas consolas se traduzcan en un cambio de tendencia y que en 3 o 5 años las ventas globales de videojuegos se dupliquen. «Call of Duty II» (en la imagen) fue el título más vendido en España el año pasado y la PlayStation 3, la consola más popular.