La pasión de Antonio

Entregado y abstraído, intentando contener la emoción. Así estaba Antonio Banderas en la iglesia de San Juan de Málaga minutos antes de la salida de María Santísima de Lágrimas y Favores, de la que es mayordomo de trono. Es la primera vez que el actor acude a la Semana Santa como futuro divorciado –el proceso está en trámite–, de su segunda esposa, Melanie Griffith, que hace unos días se borró el famoso tatuaje con forma de corazón en el que estaba escrito el nombre de Antonio.

Hace un año, la intérprete no acompañó a su entonces esposo a Málaga, lo que disparó los rumores de crisis, que se concretaron en el mes de junio. Por aquel entonces, acudió solo, sin su familia «americana» –como él la definió–, pero, doce meses después, Banderas visita su Málaga natal y ejerce de cicerone de su actual pareja: Nicole Kimpel. El sábado empezó el «aprendizaje» de Kimpel de la devoción religiosa al asistir al encendido de luces de María Santísima de Lágrimas y Favores. Sin embargo, ayer por la mañana no se la vio en la iglesia de San Juan mientras Banderas se dejaba fotografiar y grabar por la Prensa cuando se ponía la túnica de mayordomo de esta imagen y el inicio del recorrido de la procesión, que comenzó a las once de la mañana.

Junto a su hermano Javier, al que está muy unido, encabezó los primeros pasos de este trono por el centro de Málaga. «Los malacitanos/ juntos como hermanos/corazón cofrade, miramos al cielo/un espejo azul/que es Domingo de Ramos». Estas frases son parte de las estrofras del himno que el actor cantó junto a sus compañeros antes de salir de la iglesia. El tema fue compuesto por el propio Banderas y la banda del Arrabal de Carmona.

Es obvio que, desde hace muchos años, el protagonista de «La piel que habito» se ha convertido en el mejor embajador de la Semana Santa de su ciudad natal. Pero este año está yendo un paso más allá, ya que desde su perfil oficial de Twitter está transmitiendo sus vivencias, además de añadir testimonios gráficos. En sus «tuits», escritos en español e inglés para sus más de cien mil seguidores, Banderas va narrando sus experiencias. El actor está en Málaga desde el pasado 24 de marzo. El primer tuit lo escribió al día siguiente: «Ya en mi #Malaga, tierra de Picasso, recargando inspiración». El segundo, publicado el 27 de marzo, decía: «Familia de Twitter estoy en España estos días disfrutando de las tradicionales fiestas de Pascua... Estad atentos, voy a estar compartiendo pequeños trozos de mis raíces». Y así está siendo, ya que está colgando fotografías de todos los actos religiosos en los que está participando.

No está previsto que durante estos días le acompañe su hija, Stella del Carmen. Al menos eso afirma la Prensa local y Banderas tampoco ha querido dar demasiados detalles. Sea como fuere, parece bastante improbable, ya que estos días está preparando su traslado desde Los Ángeles a Nueva York.

De lo que sí ha hablado es de la situación del cine español en estos momentos. «Le pido al Gobierno que nos eche una manilla con la bajada del IVA cultural, que está haciendo mucho daño al sector», afirmó a Efe. El actor aclara que «no es una reivindicación del pataleo», ya que cree que, si se produce ese descenso, «incentivaría a la gente a acudir a las salas y aumentaría el consumo de películas, tanto españolas como internacionales».

El actor también se ha mostrado encantado de la actividad cultural que se está desarrollando en la ciudad. «Se está viviendo una transformación increíble; es una gran oportunidad para que definitivamente pegue el salto al futuro. El que no vea lo que está ocurriendo aquí es que está ciego o tiene algún interés perverso, político o los dos», afirmó.

Además de la devoción, Antonio Banderas también está desarrollando una intensa actividad social. El viernes se personó junto a Kimpel a la gala «Lágrimas y favores», de la fundación del actor. Al día siguiente acudieron a la inauguración del Centro Pompidou Málaga para después ir junto a su novia al encendido de luces de María Santísima.