#laluzdelapintura, Otra manera de mirar el Thyssen
Una iniciativa patrocinada por Endesa–y que coincide con los veinticinco años del museo– permite que se proyecten en la fachada del edificio algunas de las obras más emblemáticas de la colección.
Una iniciativa patrocinada por Endesa–y que coincide con los veinticinco años del museo– permite que se proyecten en la fachada del edificio algunas de las obras más emblemáticas de la colección.
Durante este mes octubre el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha celebrado sus primeros 25 años años de vida con una serie de actos que conmemoran la efeméride: conciertos, exposiciones especiales, jornadas de puertas abiertas, etc.Q La pinacoteca, que se inauguró en 1992, se ha convertido en un referente del arte moderno y contemporáneo tanto en España como fuera de nuestras fronteras. Todavía nos parece cercano el día en que el edificio con las paredes de color salmón se abrió al público para mostrar la colección del barón Thyssen-Bornemisza, a la que se unió la propia de la baronesa Carmen Thyssen, dos imponentes conjuntos artísticos que son uno de los obligados puntos de referencia del eje Prado-Recoletos (junto con el Prado y el Reina Sofía) y que conforman el popularmente llamado Paseo del Arte, al que posteriormente se unieron la Fundación Mapfre y el moderno Caixaforum.
En esta fecha tan señalada para la institución Endesa no ha querido dejar pasar la oportunidad de contribuir a dar aún más visibilidad al patrimonio cultural, social y artístico del centro. En palabras de Alberto Fernández Torres, director general de comunicación de la empresa energética, «Endesa quiere mostrar su compromiso con la apertura del arte y la cultura a la sociedad, a todos los ciudadanos. Y queremos hacerlo prioritariamente a través de fórmulas innovadoras, claramente relacionadas con elementos esenciales de nuestras actividades: la electricidad, la luz, las soluciones digitales...», ha asegurado.
Secuencias temáticas
Así, con el hastag #laluzdelapintura se están proyectando a lo largo de octubre en la fachada del museo algunos de sus cuadros más importantes. Estas imágenes están agrupadas en siete secuencias temáticas: luz, reflejo sombra, transparencia, penumbra, claridad y resplandor. Una de ellas es «Santa Casilda», obra del pintor extremeño Francisco de Zurbarán, fechada en1640, en pleno periodo barroco; o «Botella y frutero» (1915), pintado por Juan Gris, uno de los nombres más representativos del cubismo español. Junto a estas obras se ha podido ver, por ejemplo «Puente de Waterloo», lienzo perteneciente al periodo fauvista de André Derain y «Les Vessenots», firmada por Van Gogh. Así hasta setenta que se pueden apreciar mientras uno se aproxima al Thyssen caminando por el Paseo del Prado y la Carrera de San Jerónimo de Madrid. Gracias a esta iniciativa se visualizan, a través de pantallas gigantes, una mezcla de distintas obras, estilos y épocas, mientras que en la fachada principal del museo se puede disfrutar de las doce piezas audiovisuales de alta definición en 3D, que crean diferentes planos de profundidad permitiendo al espectador adentrarse en las obras desde nuevas y diferentes perspectivas. La experiencia de poder disfrutar de ellas es única, ya que permite al espectador poder casi tocar el lienzo y percibir la textura decada obra, como en el caso de «Paisaje montañoso con un castillo», de Roelandt Savery, del siglo XVII o en el bodegón con aguamanil, frutas y otros objetos, que gracias a este proceso permite observar como si de un microscopio se tratase los detalles que al ojo habitualmente le pueden pasar desapercibidos (como la exactitud del nácar de la copa con forma marina, francamente impresionante). En el caso del lienzo de Vittore Carpaccio, el emblemático «Joven caballero en un paisaje», además de poder prácticamente tocar la espada del aguerrido joven, un punto melancólico, nos permite ver las aves posadas cerca del lago, apreciar las ramas de los árboles, las hojas, el rostro del personaje principal... Los vídeos juegan con una técnica que crea la ilusión de estar recorriendo la pintura por su interior como si el espectador estuviera ante un espacio de tres dimensiones.
Por otro lado, en mayo de este año coincidiendo con el Día Internacional de los Museos y de la Noche de los Museos se colocó en la parte exterior de la pinacoteca un cuadro interactivo donde cada usuario podía introducirse y formar parte de un fragmento de la historia del arte. Para Fernández Torres «hemos colaborado con el Thyssen para desarrollar un sistema que saca las obras pictóricas a la calle para hacer del museo algo abierto y accesible. No hay excusas para no disfrutar de nuestras joyas artísticas cuando, simplemente dando un paseo, te encuentras en la calle con ellas. Y creemos también que ello te ha de invitar a dar un paso más para entrar en el museo y verlas al alcance de la mano», declara.