Crímenes Vs. Matemáticas
Cuando un libro proporciona un nivel de adicción que hace que nos pasemos de estación en el metro, ha logrado su objetivo. Esta «Hermandad» se puede leer como secuela de «El asesinato de Pitágoras» o de forma independiente en tanto que ambos textos son autoconclusivos. Una de las tramas no traslada a Cartago; siglo VI a. C., tres años después de que uno de los maestros de la orden de Pitágoras cometiera atroces asesinatos y oscuras conspiraciones. El daño ha sido irreparable y los discípulos del filósofo-matemático han sido expulsados de los gobiernos que controlaban. Los fantasmas del pasado regresan cuando la hija del maestro, Ariadna, recibe un pergamino con la estrella de cinco puntas invertida que supondrá el enfrentamiento contra un siniestro enemigo, a quien no podrá desenmascarar sin la ayuda de su esposo, el investigador Akenón. La segunda intriga, alternada e hilvanada con la anterior, nos trae hasta nuestros días. Los involucrados son tres personajes que establecerán relación a través de Mensa, la mayor organización de superdotados del mundo: la publicista Irina, el informático Daniel y Elena, profesora de Psicopatología. El duelo entre pitagóricos y khaosianos está servida en estas páginas amasadas en una estructura de clásica alternancia. Un thriller trepidante que fluctúa entre pasado y presente con crímenes que llevan la marca del pentáculo invertido. Chicot revalida sus puntos fuertes sostenidos en una minuciosa documentación, una poderosa orfebrería argumental. Como bonus track, añade un adelanto del prólogo y los dos primeros capítulos del que será el nuevo trabajo del autor, «Regreso a la muerte». Historia, crímenes, matemáticas, psicología, sociedades secretas, espionaje, informática... Y un maestro de ceremonias que controla con pulso este espectáculo. Si alguien duda de la capacidad de las palabras para ser invertidas en una trama de alto rendimiento, que se asome a estas páginas herederas del mejor Christian Jacq.