De mutaciones y extraños mensajes
Elvira Navarro reúne un fantástico conjunto de cuentos bien cohesionado y narrado
En 2016, Elvira Navarro (Huelva, 1978) publicaba «Los últimos días de Adelaida García Morales», novela sobre el final de la autora de «El Sur» y «Bene», que crearía cierta polémica porque combinaba realidad y ficción en el marco de un emotivo ejercicio biográfico entre lo imaginario y lo verídico. Sus anteriores libros, «La ciudad feliz» (2009), dos historias de iniciaciones adolescentes, y «La trabajadora» (2014), intenso testimonio de la pobreza laboral, ya incurrían en un realismo marcado por la cotidiana imprevisibilidad y el planteamiento de conflictivas situaciones. Con una clásica factura estilística y una buena resolución de las tramas argumentales, esta narrativa, sin vacuos experimentalismos o pretenciosas piruetas estructurales, ofrece un claro registro expresivo donde el lector puede reconocer cercanas inquietudes y personales expectativas.
Así, en la línea de esta ya consolidada estética se publica ahora «La isla de los conejos», un conjunto de relatos cohesionado bajo la presencia de insólitas circunstancias, desnortados protagonistas, turbulentos asuntos e intrigantes maquinaciones.
Conflicto de pareja
Se abre el libro con «Las cartas de Gerardo», un conflicto de pareja que avanza hacia un inquietante desenlace; y continúa con «Estricnina», donde la sombra del Kafka de «La metamorfosis» se hace evidente; para seguir con el cuento que da título al volumen, en el que un impostado y estrafalario inventor utiliza conejos para acabar con una desconocida especie de pájaros; y, entre otros relatos, destacan, además, «Encía», historia de escalofriantes mutaciones; «Myotragus», sobre la figura del culto y refinado archiduque Luis Salvador de Austria y su experiencia mallorquina; «La habitación de arriba», que se adentra en la psicología de una atormentada protagonista, asediada por los sueños de quienes la conocen; «París, Péripherie», que ofrece las peripecias de una mujer desorientada en un caótico ambiente urbano; «Memorial», una ficción que combina la mixtificación espectral con la modernidad internáutica, comunicándose el fantasma de una madre con su sorprendida hija a través de Facebook; y «La adivina», acerca de los avisos que envía una vidente al móvil de una de las protagonistas, y que acaba de este enigmático modo: «Y este último mensaje le venía como anillo al dedo a la idea que desde hacía meses barruntaba. Una vez que había desechado cualquier atisbo de fe e incluso las ganas de seguir jugando, milagrosamente recibía un mensaje que era como la última promesa de un novio infiel. Te prometo que ya no lo haré más. Los milagros y la videncia existen» (pág. 155).
En estos cuentos anidan los mejores formantes de la narrativa de Navarro: laberínticas motivaciones de atormentados personajes, sutil intimismo de sus temperamentos, imprevistos giros argumentales, así como una mantenida ambivalencia entre ficción y realidad. Buen ritmo narrativo, logrado suspense en las subtramas y una impecable ambientación realista convierten estos relatos en una lectura inteligente, sensible y subyugante.
Sobre la autora
Elvira Navarro es una narradora que combina hábilmente la ficción novelesca con la realidad testimonial, sin olvidar el logrado intimismo de los personaje
Ideal para...
sumergirse en misteriosas historias cotidianas de imprevisibles desenlaces y consecuencias contadas con un buen ritmo narrativo
Un defecto
Ninguno que resulte especialmente reseñable
Una virtud
El tono expresivo que exhibe, de pausada melancolía y dosificado suspense
Puntuación
9