El bolsillo que venció al nazismo

Desde «El diario de Anna Frank» son muchas las historias que han reflejado de forma dramática la vida cotidiana de los judíos hacinados en campos de concentración o guetos como el de Varsovia. Suelen ser autobiográficas, siempre escalofriantes, en las que la humanidad de los judíos se ve quebrantada por torturas inimaginables, hasta resultar insufrible su lectura. Agotado el relato histórico y biográfico, el Holocausto judío sigue resultando literariamente muy atractivo para los novelistas, ya sea como trasfondo de un relato policíaco, como «Los anagramas de Varsovia», que añadía, a la tragedia de tantas vidas rotas, la desazón que produce un asesino en serie mutilador de niños, como el novedoso tratamiento de comedia melodramática de «La vida es bella».

El niño es un tema recurrente en los relatos de la sinrazón del genocidio judío. La singularidad de la novela de Rubino Rome Salmoni, llevada al cine por Roberto Benigni, es el aura poética que imprime a la fábula del macabro espectáculo de la muerte en un campo de concentración. En «Todo lo que cabe en los bolsillos» Eva Weaver también se ha inclinado por dotar a la novela del halo poético propio de la fábula. Eso le permite situar en primer plano a los personajes y, sin obviar la violencia nazi, relegarla a una amenaza implícita que sobrevuela este relato sobre un adolescente en el gueto de Varsovia y un soldado de la Wehrmacht, hecho prisionero por los rusos tras la derrota de Hitler. Ambos totalitarismos, el nazi y el comunista, revelan la peor ralea de los seres humanos. Lo excepcional de la novela de Eva Weaver es haber colocado en paralelo varios relatos biográficos, escritos en primera persona, a lo largo de más de sesenta años. Tanto el adolescente judío como el soldado alemán aparecen unidos por un hilo invisible que cose su trágica existencia a unas marionetas que viven en los bolsillos de un abrigo mágico.

Este abrigo laberíntico, metáfora sorprendente de toda vida, y las marionetas que en él se ocultan, son los verdaderos protagonistas de «Todo lo que cabe en los bolsillos». En medio del sufrimiento extremo, la dignidad y esperanza surgen como promesas de esos bolsillos ocultos. Un relato escrito con una prosa brillante, que pone al descubierto lo más bello y profundo de la condición humana. Una novela de un preciosismo deslumbrante.