Filosofía y literatura

Cinco libros esenciales para entender la cultura japonesa

La filosofía y modo de vida del país oriental es una de las más antiguas y profundas del planeta. Aunque cinco libros no son suficientes, sirven para empezar a comprender

Almendros en flor próximos al monte Fuji.
Almendros en flor próximos al monte Fuji.jurenjeab nakadreamstime

La cultura japonesa es antigua y profunda. Está construida sobre siglos de tradición y una filosofía de vida que mezcla varias corrientes de pensamiento que, con el tiempo, se han decantado en un modo de vida único. La llegada de los occidentales a las islas y la apertura de los propios japoneses al mundo estuvo marcada por los traumáticos sucesos de la Segunda Guerra Mundial que generaron la última transformación de la sociedad japonesa. Sin embargo, antes que aquello, siglos de cultura, pensamiento y tradiciones conformaron la identidad y la idiosincrasia de la cultura japonesa. Aquí algunas recomendaciones para acercarse a ello.

-”El libro del té”, de Kakuzo Okakura.

-Parece imposible, pero es la mejor manera de hacerlo. ¿Cómo se puede explicar todo a través de una simple taza de té? Se puede. Y ese mismo hecho es el que explica todavía más cosas. La ceremonia del té es un rito ancestral que los japoneses practican siguiendo unos pasos preestablecidos por los que, en absoluto silencio y respeto, se toma el té. Solo se toma el té. Nose hace ninguna otra cosa. La ceremonia requiere concentración y regala el momento. Regala vivir el presente, el acto aparentemente sencillo de tomar el té. Pero no hacerlo pensando en otra cosa, viendo la televisión o preparándonos para el día en la oficina. No, aquí se trata de tomar el té y dedicarnos por entero a hacer algo así de sencillo. Kakuzo Okakura escribió este libro en 1906 para que los occidentales comprendieran algo de la manera de pensar de los japoneses. Se trata de una joya de delicado pensamiento, un libro que habla sobre el arte y los artistas y que abre caminos interiores bebiendo de las fuentes del budismo y del zen.

-”Bushido”, de Inazo Nitobe.

-El término Bushido (en castellano, el "camino del guerrero") alude al código ético o de honor de los samuráis que florecieron en el Japón feudal y que con el tiempo continuó renovándose hasta constituir una actitud que trascendió a todos los ámbitos sociales. El Bushido, sin embargo, carecía de textos que permitieran su comprensión para los extranjeros, y fue precisamente este vacío el que pretendió llenar el diplomático y educador japonés Inazo Nitobe (1862-1933) con un libro que sirve para entender la tradición caballeresca del País del Sol Naciente y de la mentalidad japonesa en general. Nitobe profundiza en ciertos aspectos del budismo, el shintoísmo y el confucianismo buscando similitudes y contrastes con el pensamiento filosófico de los clásicos griegos o romanos, por ejemplo, o con las tradiciones bíblicas.Con este libro, el autor vio cumplido su deseo de servir "de puente entre Oriente y Occidente", y su lectura aporta aún hoy elementos imprescindibles para el conocimiento mutuo de ambas culturas.

-”El libro de los cinco anillos”, de Miyamoto Musashi.

-Musashi es considerado uno de los samuráis más célebres de todos los tiempos. Nació en 1584, se entrenó en el arte de la batalla desde una edad muy temprana y se convirtió en leyenda antes de los treinta años, debido a su impecable manejo de la espada. De él, se dice que luchó en más de sesenta duelos a lo largo de su vida, saliendo invicto de todos ellos. Fundador de su propia escuela de artes marciales, Musashi pasó los últimos años de su vida enseñando y refinando su técnica de combate. Finalmente, se retiró de la vida pública para escribir la que sería su obra maestra: El Libro de los Cinco Anillos. En este texto presenta su modelo filosófico de vida a caballo entre el Zen y la religión Shinto, enlazándolo con todo un conjunto de técnicas de espada (kendo). El “Libro de los Cinco Anillos” (Go Rin No Sho) está dividido en cinco capítulos. Cada uno de ellos, hace referencia a los distintos elementos que constituyen todo cuanto existe: la Tierra es la base de todo, el Fuego la energía, el Agua da la vida y el Viento el movimiento, pero el Vacío es la esencia de los Cuatro Elementos. Así dice un viejo proverbio zen, y con tal esquema nos ofrece Musashi sus reflexiones.

-”Kokoro”, de Lafcadio Hearn.

-Hearn fue uno de los primeros occidentales que se asomó, con pleno respeto y delicadeza, a la sociedad japonesa. Más de un siglo después, los textos de Hearn conservan su validez porque supieron capturar la esencia de un país, una esencia que ha cambiado mucho menos de lo que sugieren las apariencias de vanguardia, tecnología y luces de neón. El carácter y la tradición japoneses son, en esencia, los mismos que Hearn plasmó, y por esta razón sus libros siguen siendo extremadamente reveladores para los lectores de Occidente. Natsume Soseki publicó una novela con el mismo nombre en el año 1914 en la que plasmaba las contradicciones entre el individualismo y el progreso social, muy válida también para acercarse a la "vida de interior" de la sociedad japonesa.

-”Los 47 Ronin”, de Tamenaga Shunsui

-Esta es la historia de honor por antonomasia de la tradición japonesa. Se trata de un episodio ocurrido en torno al año 1701, cuando un señor feudal, Asano Naganori, es condenado a la pena capital por haber desenvainado su katana en el palacio del shogun. Le obligan a cometer seppuku, es decir, suicidarse con su espada cortando su vientre. A partir de ese momento, sin señor al que servir, sus leales samuráis se convierten en ronin. Sufrirán penalidades, burlas y descrédito, pero en mente tienen solo un objetivo: vengar a su amo y dar muerte al causante de la desgracia de su clan, el malvado cortesano Kira. Más que el relato de una venganza, “Los 47 ronin” se ha convertido en leyenda nacional japonesa pues en ella se condensan los valores que han dado forma a la figura del samurái. Su relato, lleno de aventuras y emociones, casi parece escrito por Alejandro Dumas.