Marruecos, una inspiración para Cervantes
La Universidad de Tetúan descubre su influencia con ocasión del IV centenario de la Segunda parte de «El Quijote».
Tras luchar y ser herido en la batalla de Lepanto (1571) contra los turcos, Miguel de Cervantes fue capturado por corsarios berberiscos y confinado cinco años en Argel, entre 1575 y 1580. Tras cuatro intentos de fuga, consiguió ser rescatado y llegó a Valencia en 1580. Durante su encarcelamiento argelino, el autor del «Quijote» tuvo contacto con musulmanes, renegados y esclavos cristianos que le dieron cuenta de los rigores de otros cautiverios, como el de Tetuán. De hecho, Cervantes hace referencias concretas a la ciudad y a las mazmorras tetuaníes, como en uno de sus entremeses, «El juez de los divorcios», en el que sugiere lo difícil que era escapar de ellas: «Como si por milagro se librase un cautivo de las mazmorras de Tetuán». Así, y con ocasión del IV centenario de la Segunda parte del «Quijote» (1615-2015), el Departamento de Lengua y Literatura hispánicas de la Universidad Abdelmalek Essaâdi de Tetuán ha organizado el Coloquio Internacional «Marruecos y Tetuán en la obra de Cervantes», con el fin de analizar y debatir su influencia de Marruecos en el autor.
Bajo la dirección del profesor Abderrahman El Fathi, el coloquio, que se celebrará los próximos 22 y 23 de abril, reúne a expertos españoles y marroquíes en torno al legado de Cervantes. En sus sesiones se llevará a cabo el análisis de la presencia de Tetuán y Marruecos en obras como «Don Quijote», «La Gran Sultana», «La ilustre fregona», «Los baños de Argel», las «Novelas ejemplares», etc. El objetivo de estas jornadas es, además de aportar conocimientos y herramientas útiles a los estudiosos, afrontar desde una nueva perspectiva el conocimiento de un legado literario común, representado por Cervantes y su obra.
El coloquio abordará temas como Marruecos, Tetuán y sus mazmorras y España en tiempos de Cervantes; la Segunda parte del «Quijote» y su transcendencia; «El Quijote» en Internet; «El Quijote» desde la perspectiva marroquí. así como las traducciones árabes de la obra. Participarán, entre otros, David Felipe Arranz, J. Ignacio Díez Fernández, Juan Manuel Escudero, Alberto Gómez Font, Carlos Mata, Francisco Rodríguez Sierra, Mohammed Barrada, Abdellatif Chaahboun, Nisrin Ibn Larbi, Abderrahman El Fathi, Fadoua El Heziti, Abdellatif Limami, Mounir Settou y Mehdi Zouak.
Durante el desarrollo del coloquio se presentará el libro «Marruecos en Cervantes. Antología de textos cervantinos», editado por Abderrahman El Fathi y Juan José Sánchez Sandoval. Además se visitarán las mazmorras de Tetuán y la Medina, coincidiendo con la inauguración de la primera «Ruta de Cervantes» de la ciudad y se descubrirán placas conmemorativas con citas de la obra sobre Tetuán y Marruecos.
Las mazmorras de Tetuán
Desde la Alta Edad Media, Tetuán creció como guarida estratégica de corsarios que fondeaban sus naves en el puerto de Martil. Las mazmorras, cárceles subterráneas donde los piratas de Berbería mantenían cautivos a miles de europeos capturados en el Mediterráneo occidental y buena parte de las costas atlánticas, se encuentran cerca del barrio hebreo o judería de Tetuán, declarado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO en 1997. Se conoce la existencia de las mazmorras desde finales del siglo XV y en ellas se encerraba a los esclavos y forzados que durante el día realizaban duros trabajos al aire libre y por la noche eran encadenados con grilletes.
Los historiadores calculan que en los momentos de mayor auge de la piratería se hacinaban en las mazmorras tetuaníes entre tres y cinco mil cautivos. Estos subterráneos estuvieron activos hasta el siglo XIX para la venta de esclavos negros y con la desaparición de la esclavitud las mazmorras se fueron cegando con escombros o hundiendo; incluso sus entradas, linternas y respiraderos fueron usados como cloacas y desagües de las viviendas que se fueron construyendo en su superficie.