Sijena: ¿Será necesaria la Guardia Civil?
La orden del ministro Méndez de Vigo de devolver las piezas a Aragón, que en la localidad oscense esperan «para esta semana», desata una ola de críticas desde el independentismo y el PSC y el temor de que los técnicos no faciliten el regreso sin necesidad del uso de la fuerza pública.
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La orden del ministro Méndez de Vigo de devolver las piezas a Aragón, que en la localidad oscense esperan «para esta semana», desata una ola de críticas desde el independentismo y el PSC y el temor de que los técnicos no faciliten el regreso sin necesidad del uso de la fuerza pública.
Ochenta años después de su salida de Santa María de Sijena, en el contexto traumático y anárquico de la Guerra Civil, y tras dos décadas de pleitos, los 44 bienes del monasterio oscense que se conservan en el Museo de Lérida están más cerca de volver a casa. Será, de ejecutarse, otro paso de gigante (aunque no el último) para el regreso del «tesoro expoliado» a esta comarca aragonesa y que la Generalitat catalana se ha negado sistemáticamente a devolver. La aplicación del artículo 155 de la Constitución permitió abrir una nueva vía frente al «no rotundo» en el que se habían enrocado los últimos «consellers» de Cultura, Santi Vila y Lluis Puig, imputados por apropiación indebida y desobediencia a los requerimientos judiciales desde 2015. Ahora la pelota caía sobre el tejado del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, siendo el ministro Íñigo Méndez de Vigo el «conseller» en funciones hasta las elecciones catalanas del 21 de diciembre.
Dónde y cómo
Aunque una primera respuesta tibia del ministro hizo temer lo peor desde Sijena, e incluso amenazar con una denuncia, nada más recibir ayer la providencia judicial, Íñigo Méndez de Vigo anunció que procederá «inmeditamente a dar instrucciones a los órganos competentes del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya para que se proceda al cumplimiento de la sentencia». Ellos deberán informar al juez de la ubicación exacta de las piezas pendientes de entrega, del estado de conservación, así como de la fecha y medios por la que se hará entrega de las mismas. Y la duda es ahora si los técnicos de Patrimonio de la Generalitat y el Museo de Lérida facilitarán diligentemente el proceso de devolución.
«El departamento de Cultura de la Generalitat es el más radical», advierte Jorge Español, abogado de Villanueva de Sijena. «Algo harán» para evitar una fácil transición, añade, «porque son maestros en eso, pero con lo que surja iremos lidiando». El letrado cree que quien no cumpla con la orden del ministro debe ser «cesado o expedientado». Lo cierto es que la noticia no ha sentado nada bien en el entorno de la Generalitat «en la sombra». Empezando por el anterior «conseller» Lluis Puig, quien, desde Bruselas, adonde huyó con Puigdemont, mandó el siguiente tuit censurando la orden de Méndez de Vigo: «Un puente más roto. ¿Así quieren restablecer el diálogo?». Y en otro mensaje al alcalde socialista de Lérida, Ángel Ros (PSC): «¿Es este el 155 que seguís queriendo?». El regidor ilerdense reaccionó pidiendo al ministro que actúe bajo el «criterio de prudencia» y no ejecute la devolución en aras de «proteger la integridad y estabilidad de la colección del Museo», mientras que el cabeza de lista del PSC por Lérida, Òscar Ordeig, apela a que se espere a la creación de un nuevo Govern. A todo ello, el ministro alega que «las sentencias están para cumplirse». ¿Afectará de algún modo el «caso Sijena» al acuerdo alcanzado en su día en el Senado entre PP y PSOE, con la aquiescencia del PSC, para poner en marcha el artículo 155?
Por su parte, Patrimonio de Cultura de la Generalitat ya intentó obstaculizar el proceso en las últimas semanas, enviando una nota al Ministerio, pero la institución ya carecía de poder efectivo para recurrir la providencia del juez para el regreso inmediato de los bienes. Méndez de Vigo, en cambio, renunció al recurso. Desde el Museo de Lérida, fuentes consultadas por LA RAZÓN lamentan que no pueden «hacer nada» para evitar el traslado porque ellos «solo conservan» unos bienes que ostenta la Generalitat, pero advierten del «riesgo para las obras» que puede derivarse del traslado.
Lo que no está claro es cuándo ni cómo se efectuará el regreso. El abogado Español se muestra optimista: «Esta misma semana pueden volver». Para el alcalde de Villanueva de Sijena, Ildefonso Salillas, hay que mantener la cautela respecto a los plazos, pues «todo son conjeturas», pero «con saber que el ministro ha dado a la orden a los departamentos de Cultura nos quedamos más tranquilos». Ayer mismo, nada más conocer la noticia, enviaba un bando móvil (mediante una aplicación) a sus 400 convencinos: «Todos estamos muy contentos de pensar que las obras vuelvan al lugar de donde nunca debieron salir». El Gobierno de Aragón, por su parte, apremió ayer a Méndez de Vigo a aclarar en qué fecha concreta se ejecutará el retorno. El ministro asegura en su escrito al juez que «tan pronto como se reciba contestación [de los técnicos del Departament de Cultura] se procederá a trasladar la misma a ese Juzgado».
El precedente pacífico
Los plazos y modos dependerán mucho de la buena voluntad y diligencia de los funcionarios. Español espera que las piezas viajen a Sijena, como ya sucedió en julio con las 53 obras del MNAC de Barcelona «de escaso valor», según la propia Generalitat, que accedieron a devolver. En aquella ocasión, los técnicos de la Generalitat se desplazaron hasta el nuevo museo creado junto al antiguo monasterio. «Ellos tienen la obligación de entregar las piezas, con el transporte especializado y debidamente embaladas», recuerda el abogado de Sijena, pero, en cualquier caso, añade, «el juez ya tiene previsto el uso de la fuerza pública y el propio ministro puede pedirlo si necesita auxilio para ejecutar de forma inmediata la sentencia». El alcalde Salillas confía en que, desde el sector independentista, «no se llame a la desobediencia, porque es como llamar a la guerra». En las últimas semanas, sin embargo, las redes sociales han registrado mensajes radicales contra la devolución, llamando a establecer «barricadas» en el Museo de Lérida e incluso a «destrozar» las obras antes que devolverlas. Mientras siguen sin trascender detalles del operativo y el cronograma que el juez pidió a la Policía Judicial para la aprehensión de las obras en caso de que no se realizara por los cauces habituales, Español se muestra convencido de que «la Guardia Civil la tiene preparada». Sea por las buenas o por las malas, el «caso Sijena» está llamado a enrarecer aún más el desafío independentista y desbordar los límites de un simple asunto patrimonial.