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Gonzalo Alonso

Demanda contra un crítico

La Razón
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D. Félix Alcaraz, director técnico de la Orquesta y Coros Nacionales, presentó una demanda en protección de su honor el 2 de junio de 2017 contra este diario y contra mí por el artículo titulado «A bombo y platillo» publicado el 6 de mayo de 2017. En ella se solicitaba una indemnización de 25.000 euros y la publicación de la sentencia. El artículo en cuestión comparaba diversas presentaciones de temporadas y expresaba en relación con la de la OCNE: «Sin embargo, en años anteriores ha sobresalido sobre todas ellas la de la OCNE, que ha realizado un espectáculo sin prácticamente parangón en parte alguna del mundo. Llena de público el Auditorio Nacional y ofrece fragmentos de las músicas que sonarán en la temporada apoyados por medios audiovisuales y un relato que Félix Alcaraz pone en escena personalmente de forma brillante. Los asistentes han de verse necesariamente atraídos y con ganas de acudir a escucharlas en su integridad. Pero, una de cal y otra de arena, porque si las cifras sobre su coste, de más de doscientos mil euros, que circulan son ciertas, bien merece una reflexión. Nada que objetar si la OCNE nadase en la abundancia ya que, como se ha expuesto, el espectáculo es brillante, pero este no es el caso. De hecho, y aquí radica uno de los problemas, lo que no puede suceder es que se gaste casi todo el presupuesto de comunicación en un solo acto y luego no quede prácticamente nada para promocionar cada concierto semanal o, incluso, vaya en detrimento sustancial de los solistas a contratar. Lo importante es llenar la sala en cada concierto y esto no lo garantiza tirar con pólvora del rey un día, sino la tenacidad e insistencia semana tras semana en la difusión de las actividades». Durante meses intenté convencer al Sr. Alcaraz de lo absurdo e inútil de su demanda y de que perdería el caso. La misma dirección general del Inaem, su superior, una vez tuvo conocimiento por mí, le insistió en lo mismo. Fueron todo tentativas en vano. Una vez conocida la sentencia expresé a un allegado que, dado que íbamos a seguir teniendo relación, lo mejor sería que me llamase simplemente para decirme: «Gonzalo, lo siento, me equivoqué, disculpa y olvidemos el asunto». Esperé dos meses su llamada, pero también inútilmente. Ante ello me decido a cumplir lo que él solicitaba en su demanda de juicio ordinario, dando a conocer públicamente ésta, los hechos y la sentencia. La sentencia, fechada el 10 de octubre de 2018, acordó «desestimar íntegramente la demanda promovida por D. Félix Alcaraz Vellisca contra D. Gonzalo Alonso Rivas y Audiovisual Española 2000. S.A., y, en consecuencia, ABSUELVO a los demandados de cuantas pretensiones ejercitadas de contrario, con expresa imposición de costas a la parte actora». El juez consideró que yo no había hecho más que cumplir con mi profesión y que ni se había atentado contra el honor del Sr. Alcaraz ni se había demostrado que le hubiese causado un perjuicio profesional. No hubo recurso, por lo que se convirtió en firme. Dada la cuantía de 25.000 euros solicitada y que el porcentaje habitual de las costas viene a ser un 15%, es fácil calcular el perjuicio económico sufrido por Félix Alcaraz. Creo que es bueno que estos hechos se conozcan para evitar tentaciones improcedentes contra unos críticos o articulistas que solo hacemos lo que se espera de nuestra profesión: opinar.