Leño, por fin y nunca más

Un libro traza la biografía de la banda a la vez que se edita su discografía completa pero «no habrá otra reunión», dicen

Treinta años después de su separación, algunos fans esperaban con camisetas de la banda a que Leño comparecieran en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La ocasión lo merecía: se presentaba «Maneras de vivir. Leño y el origen del rock urbano» (ImpresionArte) y «Leño 1978-1983» (Sony), una antología completa en 5 discos y un DVD que por primera vez reunía todo el material que grabaron en los cinco años que estuvieron en el mismo barco Rosendo Mercado, Ramiro Penas y Tony Urbano. Primera pregunta: «¿Cuándo se reunirán de nuevo?». «Bueno, esta la esperábamos y así nos la quitamos de enmedio cuanto antes. No habrá gira», dijo Rosendo. Leño se explica en un momento de la Historia de España «y eso era irrepetible. Cuando nos separamos, a mí me ofrecieron seguir con Leño con otros compañeros y dije que no. Hubo muchos líos y yo lo pasé muy mal. Estuve dos años sin saber qué hacer, sin saber cómo seguir», recuerda Mercado.

«Hoy no podríamos dar esa energía para volver a tocar, es imposible. Y aunque el reconocimiento nos llegó cuando nos disolvimos, creo que el tiempo nos ha tratado bien. Basta con ver cuánta gente sigue interesada en nosotros», asegura Penas. «Pero es cierto que en su momento nos habría gustado un poco más de reconocimiento. Puede que la historia hubiese sido diferente», apunta Rosendo. Y es que la historia ha sido bastante injusta con una banda de rock que escribió himnos como «Maneras de vivir» e inspiró a varias generaciones de rockeros, desde Barricada a los Enemigos. Injusta como para no reconocer el medio millón de álbumes que vendieron, según un cálculo conservador, y que ayer Sony acreditó con un gesto simbólico. Los únicos registros existen desde 1991, es decir, ocho años después de su disolución, y acreditan 261.000 copias. Pero Leño vendió vinilos y «miles de cintas en gasolineras», según apuntaban ayer Kike Turrón y Kike Babas, autores de la biografía.Pero lo cierto es que la banda se enfrentó a contratos discográficos «imposibles de firmar si los leías, así que no los leías» y a una industria inexistente. La historia de Leño llegó al punto en el que «cada uno tenía una visión de cómo ir con la banda. Aún pienso que hicimos el gilipollas, porque los demás proyectos que yo intenté no tenían eso que tenía Leño», comentaba Penas. Y llegó un periodo de distanciamiento ya superado. «La disolución fue de lo peor que me ha pasado en la vida. Pero mira, hasta todavía tiene sentido».

El libro cuenta con 101 testimonios de testigos de la época y de los miembros de la banda para formar un puzzle que a sus autores les costó diez años completar. También la reedición discográfica cuenta con inéditos y un documental que completa las andanzas de un grupo que grababa en el estudio de madrugada, porque era más barato, y que publicaron discos con apenas 70 horas de grabación. Son voces de un tiempo perdido y de una manera de vivir.