Puccini y los poemas de Victoria de los Ángeles

Con motivo del X aniversario de la Fundación Victoria de los Ángeles se ofreció un concierto muy especial con obras de Giacomo Puccini y el estreno mundial de dos piezas creadas por el compositor y director musical catalán Pedro Pardo sobre dos poemas

Con motivo del X aniversario de la Fundación Victoria de los Ángeles se ofreció un concierto muy especial con obras de Giacomo Puccini y el estreno mundial de dos piezas creadas por el compositor y director musical catalán Pedro Pardo sobre dos poemas, de los muchos que escribió la gran intérprete barcelonesa. En la primera parte, la soprano de Tolosa, Ainhoa Arteta, deslumbró al público asistente con tres grandes arias de ópera de Puccini, donde Arteta es una de las más grandes especialistas. La artista, con un elegantísimo vestido adornado con plumas interpretó primero «Tu, que di gel sei cinta», aria de Liu de «Turandot» desatacando la calidad y belleza de su instrumento, la excelente expresividad y elegancia de su fraseo, así como una dicción impecable. Su Liú fue muy emotiva, al igual que la excelente aria de «La Bohème», «Sì, mi chiamano Mimì». Para finalizar con la más dramática «Sola, perduta, abbandonata», con la que la artista expuso todo su potencial dramático y expresivo, en una de las arias más espectaculares del compositor. La reducida Orquesta Sinfónica, de unos 20 miembros, sirvió eficazmente para acompañar el programa en un recinto pequeño como la Iglesia del Carme, aunque, a pesar de la atenta dirección musical de Pedro Pardo, no tiene la envergadura de una orquesta operística completa. En la segunda parte, Arteta sorprendió con un luminoso vestido largo y una impactante interpretación de «Vissi d’Arte» de «Tosca». En cuanto a la faceta de compositor de Pedro Pardo, empezó con un «Adagio para cuerdas» agradable pero bastante lineal para sorprender con un trabajo bastante más elaborado y creativo en las dos piezas basadas en los poemas de la cantante catalana. En ambos destaca la relevancia y la amplitud de la parte instrumental que incluye cada poema, el primero «Oriental» destaca por su perfume orientalista, por su atmósfera creativa y por la adecuación de la música al texto poético. El segundo, «A ti», en el que Victoria se lamenta de un amor que le engañó y que le hizo un gran daño, la implicación entre el poema y la música es menos interesante a pesar de la fuerza del texto poético, un texto con el que Ainhoa Arteta se identificó claramente y que fue el elegido como segunda propina, tras un «Cant dels ocells» con un arreglo musical para voz y orquesta de cámara algo desdibujado del propio Pardo, pero curiosamente sin ofrecer el inicio de la pieza, un complejo pasaje para violoncelo, que le fue ahorrado al intérprete y al público a petición del propio compositor. Los recuerdos y elogios a Victoria por parte de la soprano guipuzcoana se fueron intercalando entre las piezas del programa de forma muy sentida en este homenaje a la diva catalana que se cerró con la entrega de la medalla del festival a Arteta, una veterana del evento Ampurdanés, entre los aplausos de un público entregado que llenaba la elegante iglesia del Castillo.