«Una buena canción no es actitud, es composición»
The Posies celebran 30 años de carrera y melodías inigualables con un tour especial y la reedición de sus primeros discos, que recuperan su mejor formación. «No sé si estamos poco valorados o sólo somos underground. Existimos para dar sentido a una audiencia», asegura Ken Stringfellow
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The Posies celebran 30 años de carrera y melodías inigualables con un tour especial y la reedición de sus primeros discos, que recuperan su mejor formación
Sería conveniente que alguien explore la relación entre el paisaje lluvioso y verde oscuro del norte y la aparición de los mejores grupos de pop melódicos. The Posies, desde Seattle, siempre admiraron a los escoceses Teenage Funclub y ambas bandas se retroalimentaron en una carrera por ir más allá, elevar la belleza de sus melodías, las mejores que se han hecho en las últimas dos décadas. The Posies celebran 30 años de carrera con gira por España (aún les queda hoy en Madrid, mañana Pontevedra y el domingo en Azpeitia) y una reedición de sus primeros discos. A Ken Stringfellow y Jon Auer se suman Mike Musburger y Dave Fox, la formación del mítico «Frosting On The Beater».
–Celebran su 30 aniversario. Cuando escuchan lo que escribieron de adolescentes, ¿qué sienten?
–La verdad es que me impresiona la madurez de nuestra visión. «Dear 23» (1990) es un álbum lleno de canciones sobre el matrimonio y el divorcio, cantadas desde la perspectiva de gente décadas mayores de lo que éramos. Parece ser que, como compositores, ¡nos hacemos más jóvenes a medida que envejecemos!
–Crecieron cerca de Seattle y tocaron en los 90. ¿Cómo pudieron sustraerse al grunge? ¿Decidieron alejarse de esa música deprimente y circunspecta?
–Bueno, para mí el grunge no es deprimente... Seattle era una comunidad muy diversa y vibrante. No era todo blanco o negro, estábamos relacionados. Además, comparados con Soungarden, Mother Love Bone y Mudhoney éramos más jóvenes y, al contrario que ellos, nosotros éramos de pueblo, así que no teníamos el conocimiento del «underground» de los chicos de la ciudad. No es que no estuviérmaos interesados, es no teníamos acceso.
–¿Cuáles eran sus infuencias entonces?
–En aquellos tiempos nos gustaba una mezcla entre británicos como Elvis Costello, XTC, Squeeze y el indie americano que emergió del punk rock como Hüsker Du, The Replacements, Black Flag, Dead Kennedys. Ah, y me encantaban The Smiths.
–Entonces, ¿cómo influyó el entorno en su música?
–Bueno, la costa del pacífico norte es generalmente fría, húmeda y oscura. Es un buen lugar para incubar ideas refugiado en un estudio y dejar que florezcan. Y fuimos lo suficientemente afortunados para tener el estudio de Jon (Auer), encontramos nuestro refugio perfecto. Antes de que aparecieran los Posies, pasamos allí mucho tiempo en el instituto, experimentando.
–¿Creen que por hacer «power pop» se les haya prestado menos atención de la que merecen?
–Pues no sé si es que estamos poco valorados o que somos sencillamente «underground». Y tampoco creo que toquemos «power pop» en sentido literal. Creo que existimos para dar sentido a una audiencia particular. Y podríamos haber hecho un estilo de música más amplio y hubiéramos querido.
–¿Qué diría que les faltó para haber tenido un éxito mayor?
–Uf, quién sabe. ¿Destino? ¿Tiempo inadecuado? Las compañías de discos han gastado millones tratando de adivinar qué funcionará en el mercado y se equivocan todo el tiempo. Además, no todo está destinado a conseguir un éxito mayor. Dicho esto, nosotros hemos vendido medio millón de copias y seguimos aquí. ¿Cuánto éxito necesitas? Yo nunca he carecido de las cosas que necesito en la vida.
–Sus melodías les caracterizan, ¿cómo trabajan en ellas?
–Creo que las melodías fuertes y pegadizas son las que se enganchan a mi corazón, así que tiendo a empujarme a mí mismo melódicamente.
–¿Qué piensa que hace una buena canción?
–Para mí una buena canción no es actitud, es composición, y es lo que siempre queremos: algo que perdure. Las canciones son continentes de información muy comprimidos que viajan con una clase especial de pasaporte, de corazón a corazón. Y una buena grabación de esa canción la sitúa en un marco intemporal.
–¿Cómo fue que Ringo Starr eligiera una de sus canciones para versionarla?
–Probablemente una de las mayores sorpresas de mi vida. Simplemente nos presentaron el tema acabado y no teníamos ni idea de que se estaba haciendo hasta escucharlo. Es, quizá, el mayor cumplido que te pueden hacer como escritor de canciones, más allá que ganar un Oscar o un Grammy, que un Beatle cante una canción tuya es...
–¿Cómo se sienten como músicos hoy en día?
–Me siento confiado, sereno, capaz de ir en cualquier dirección. Tenemos décadas de experiencia. Yo he trabajado duro y el pago del esfuerzo es que me puedo sentar junto a cualquier grupo de músicos y poder aportar algo.
–Se han reunido con la formación de 1992 ¿qué tal química tienen?
–Pues es con la que mayor éxito conseguimos y la primera con la que vinimos a España. La química es buena y eso que ninguno de nosotros somos personas fáciles de las que estar cerca mientras dura una gira, pero creo que ahora somos más respestuosos e indulgentes.
Dónde: Sala Caracol. Calle Bernardino Obregón, 18. Madrid.
Cuándo: hoy, 20:00 horas.
Cuánto: 18 euros.