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Literatura

"Nuestra utopía es que caiga Putin"

Los escritores rusos Liudmila Ulítskaya y Vladímir Sorokin hablan sobre la situación de su país

Liudmila Ulítskaya y Vladímir Sorokin, ayer, en Barcelona
Liudmila Ulítskaya y Vladímir Sorokin, ayer, en BarcelonaM. GonzÁlez/ShootingM. GonzÁlez/Shooting

Corren malos tiempos en Europa, algo que se ha acentuado con la guerra que se está viviendo en Ucrania. Las voces rusas contra el todopoderoso Vladímir Putin lo tienen difícil y tienen que salir fuera, a un destierro no deseado. Ese es el caso de dos autores imprescindibles de la literatura actual en Rusia como son la novelista Liudmila Ulítskaya y el escritor y dramaturgo Vladímir Sorokin. Los dos participaron ayer en una mesa redonda organizada por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), con vocación de dar las claves para comprender lo que está pasando hoy. Unas horas antes, ambos hablaron con este diario. Los dos escritores matizan sobre su situación actual. No se ven como exiliados. «No me he exiliado. Mi hijo vino a buscarme. Me hice mi maleta de siete kilos y me fui a Berlín. Me adopté a un nuevo espacio», comenta Ulítskaya. Por su parte, Sorokin recuerda que en los últimos años ha vivido a caballo entre Berlín y Moscú. «Dos días antes del inicio de la guerra decidimos instalarnos en Berlín. No queríamos volver. Lo hacemos por nuestra voluntad, no por obligación porque podríamos volver, pero no queremos. No queremos estar en ese aparato político. Es nuestra elección, no la del Estado», matizó.

La actual guerra en Ucrania está cambiando muchas cosas. Ulítskaya y Sorokin creen que también pueden existir cambios en la literatura rusa, aunque todavía es pronto para saberlo. A este respecto, el dramaturgo apuntó que «ahora empiezo el diario por las páginas dedicadas a la guerra de Ucrania. No es buen momento para literatura de ficción. No es buen tiempo producción literaria. La guerra molesta. Es un momento horrible, un sueño horrible que, al ser real, no tiene ese espacio y distanciamiento necesario para escribir sobre él desde la ficción».

Problemas colaterales

¿Creen que Europa está respondiendo correctamente a la crisis que se vive en el Este del continente? Para Liudmila Ulítskaya, «Europa tiene suficiente problemas propios como para preocuparse de lo que pasa en Rusia. Los problemas de Rusia deben ser resueltos por parte de los rusos, aunque gracias por la ayuda». Es un punto de vista que no comparte Vladímir Sorokin porque «pese a que considero que ha sido Rusia la que ha atacado a Ucrania, han surgido problemas colaterales como crisis de los refugiados, que afectan a todo un continente. Este no es un problema solo de rusos y ucranianos sino que afecta a Europa».

El dramaturgo sostuvo que «los últimos once años han servido para que se sepa quién es realmente el señor Putin. En este periodo largo no se había prestado atención a conflictos como Georgia, sociedad esclava de la propia corrupción que da un régimen dictatorial. Cuando mueren decenas de miles de ucranianos es cuando Europa empieza a reaccionar. Es una situación bastante triste porque ha tenido que pasar todo esto para que al final Europa defina su ideal de democracia. Ucrania está haciendo que Europa vuelva a ver estos ideales».

No es un buen momento para la literatura de ficción. Es un momento horrible

Vladimir Sorokin

A lo largo de la charla, los dos escritores reiteraron que no se ven como exiliados. «Soy una persona emigrante que tiene como utopía que Putin acabará cayendo», confesó Sorokin. Cuando se le preguntó si cree que esa utopía puede ser a largo o corto plazo, respondió que «eso es algo que solamente sabe Dios. No sé si será una utopía a largo o corto plazo. Rusia es un país muy impredecible. Por ejemplo, si en los ochenta me hubieran preguntado si acabaría derrumbándose la Unión Soviética no habría sabido lo que contestar en ese momento».

Sobre el papel que podría tener la literatura como influencia hacia sus compatriotas rusos, ambos autores se mostraron algo escépticos. Ulítskaya argumentó que «la literatura tiene otra función. Es muy difícil que como tal sea un instrumento para propiciar la paz». A lo que Sorokin respondió que «las novelas no hacen guerras sino que se dedican a describirlas». Este comentario hizo que surgiera en la autora rusa la bióloga que hay en ella y quisiera replicar diciendo que «el hombre es el único animal capaz de crear una historia. Cree que hay un objetivo y es que el creador ha creado al hombre para eso. Incluso los que solo se dedican a escribir cartas a sus amigos hacen una descripción del mundo en el que vivimos».

Pese a vivir en la actualidad en Alemania, la obra de ambos creadores puede encontrarse en las librerías de su país. ¿Se ponen algún tipo de restricciones cuando se enfrentan a la hoja en blanco para no padecer la censura de las huestes de Vladímir Putin? «Nunca he tenido ningún tipo de reestricción. Simplemente sabemos que hay cosas que no podemos decir públicamente».