Queen y otras viejas cosas que siguen emocionando

El filme sobre Freddie Mercury es el «biopic» musical, es decir, la biografía fílmica, más vista ya de la historia con unos ingresos mundiales de 668 millones de dólares.

Aunque acerca de la fidelidad de la historia sobre el personaje real (la vida de Freddie Mercury) se puedan hacer comentarios, no puede negarse el terremoto que ha supuesto la película «Bohemian Rhapsody» en el consumo de cultura popular de moda en el globo. El filme sobre el cantante de Queen es el «biopic» musical, es decir, la biografía fílmica, más vista ya de la historia con unos ingresos mundiales de 668 millones de dólares.

Tras más de una década de trabajo y varios cambios de reparto, la película, que costó 52 millones, resiste en la taquilla a películas navideñas y otras superproducciones. Pero el impacto real de la cinta ha trascendido las salas de cine. Porque es una obviedad, pero desde el fallecimiento de su cantante en 1991, Queen sobrevive como marca con cantante postizo y a golpe de «Greatest Hits». Y, sin embargo, sin duda por efectos de la película, «Bohemian Rhapsody» (la canción) se ha convertido, con 1,6 billones de reproducciones, en la canción del siglo XX más veces reproducida en sistema digital.

El tema, que fue originalmente grabado en 1975, es también uno de los «hits» más obvios de la historia, pero ha escalado a la cima de la mano del filme. Aún más, en España, la lista de los diez discos (físicos) más vendidos la lidera un recopilatorio de la banda inglesa: «The Platinum Collection» se impone a nueve artistas españoles, ya se llamen Pablo López, Alborán o Rosalía e incluso a lo mejor de «Operación Triunfo». La fiebre (que sin duda será pasajera hasta el siguiente anzuelo) también llegó a Spotify, donde el artista más reproducido de la plataforma, con 25 millones de personas eran los autores de «Don't Stop Me Now», «Another One Bites The Dust», «Under Pressure» o «We Will Rock You», imponiéndose a una larguísima lista de latinos, reguetoneros y otras «músicas urbanas» como se las califica ahora.

Brian May y el resto de supervivientes deben estar bastante contentos con la inyección extra de «royalties», pero también queda probado, para los sociólogos de la cultura en tiempos de internet, que los viejos medios y los viejos discos pueden seguir haciendo mucho ruido en el contexto moderno. Porque, seguramente, después de todo, lo que mueve el mundo es una historia bien contada (y vista en el viejo y enmoquetado cine), una canción bien hecha (casi todas las de Queen) y una emoción verdadera.