Retrato íntimo de Juan Trejo
Hay un finísimo cordón sanitario que separa los hechos colectivos de aquellos que son personales, que une lo sociológico con la memoria y levanta las faldas a una cadena de acontecimientos que nos atan a un tiempo y una época, hasta que esa retroalimentación sensitiva y afectiva altera la totalidad de nuestro comportamiento. Cualquier historia puede contarse desde un personaje hacia el resto de la humanidad o de los demás hacia él.
Trejo elige, como lo hiciera en «El fin de la Guerra Fría» el primer sendero. No en vano, el narrador de la presente historia se parece sospechosamente al autor y a través de sumergirse en su propia biografía –el barrio barcelonés en el que transcurre su infancia, la muerte de su hermana por consumo de opiáceos, todas las series que veía en la tele, sus lecturas, su obsesión por los viajes...– se enfrentará a su propia obra, no sin haber atravesado un episodio decisivo que marcará su vida, en la madurez de su existencia, y que le obliga a replantearse sus gustos, aficiones e incluso sus propios recuerdos. Por esa finísima línea psicosocial transita esta novela de evocaciones y revisitación íntima con casi medio siglo de fondo, con su habitual estilo moroso y cuidado.
Morriña de lo que somos
No obstante, bien podría haber reducido algunos pasajes, historias y determinadas reflexiones que tienden al innecesario detallismo y despistan de su lectura. Inevitablemente –quizá marca de la casa–, otro punto en el que incide como en la mencionada «El fin de la Guerra Fría» –aunque algo menos en ésta– es en abordar una novela postcatalana, es decir, un modelo de construcción que toma como eje o punto de arranque a la ciudad de Barcelona, considerándola un lugar inseparable del concepto de ser humano contemporáneo para explicar buena parte de los aspectos psicológicos que nos atañen. Eso, en ocasiones, le hace perder pie y estar a un paso de convertirse en una narración dispersa que no sabe hacia dónde va. No obstante, pese a lo dicho, estamos ante una obra llena de hallazgos literarios, bien escrita, que sintetiza un mundo y el mundo, ambiciosa, amena e inteligente. Imbuidos como estamos en toda clase de relatos distópicos, fragmentarios o deconstruídos, la novela de Trejo nos reconecta con el presente y los caminos que nos han traído hasta él. Sabe conectar lo simbólico con lo tangible, hasta lograr tocarnos nuestra piel más íntima al tiempo que expone los grandes y eternos temas, pero no a merced de la nostalgia, sino con la morriña de lo que hoy somos gracias a la metabolización del tiempo pasado que tiene más que ver con lo eterno que con lo perdido.
Sobre el autor
Juan Trejo (Barcelona, 1970) fue miembro del consejo de redacción de «Lateral» y codirector de «Quimera»
Ideal para...
no querer salir de sus páginas, porque nos reconocemos en el relato
Un defecto
El autor podría haber prescindido de parte del material
Una virtud
El acertado tratamiento de la interacción entre vida y literatura
Puntuación
8
«La barrera del sonido»
Juan Trejo
TUSQUETS
320 páginas,
19 euros