Arte, Cultura y Espectáculos

Rossellini: «No intento dar lecciones»

Isabella Rosellini presenta su último trabajo, «Green porno», un monólogo sobre la sexualidad animal, en los Teatros del Canal

Isabella Rossellini interprenta una escena del espectáculo «Green porno»
Isabella Rossellini interprenta una escena del espectáculo «Green porno»larazon

Isabella Rosellini presenta su último trabajo, «Green porno», un monólogo sobre la sexualidad animal, en los Teatros del Canal

Ayer Andrés Lima conversó con Isabella Rossellini en los Teatros del Canal, y el director no podría haber estado más acertado en el comienzo, definiéndola como «lo más refinado del arte occidental del último siglo». Eso se debe a que es la hija del director Roberto Rossellini y la actriz Ingrid Bergman, por lo que ha podido cultivarse en las artes escénicas. Sin embargo, sus padres nunca la encaminaron hacia una profesión relacionada con el cine, sino que más bien la animaron a indagar en sus primeras curiosidades. De hecho, cuenta Rossellini que «desde niña me han interesado los animales. En esa época mi padre me dio un libro sobre conducta animal de Conrad Lawrence». Ese regalo de su progenitor fue precisamente el germen de «Green porno» (que se presenta en el marco de la 32ª edición del Festival de Otoño a Primavera), y de que la actriz entrara en la facultad de Biología. Antes de ser llevada al teatro, la obra fue una serie de cortos con el mismo nombre que realizó sobre la reproducción de distintos animales e insectos como la mosca, la araña o el delfín, cuyos guiones fueron elaborados junto a Jean-Claude Carrière. Asegura Rossellini que «al principio me imponía mucho el tema, pero fue más fácil desde que supe que Carriére colaboraría. A él le atrae la idea de que en la naturaleza todo es posible». También afirma que «el monólogo es más filosófico que las micropelículas pero siempre será cómico, eso es fundamental». Esa característica más reflexiva no ha provocado que la representación teatral sea menos exitosa que los vídeos, incluso Rossellini cree que «ha sido la distribución de los cortos en internet lo que ha provocado el triunfo del monólogo. Éste lo habíamos hecho para representarlo en Francia y Suiza unas cuantas veces y ya hemos recorrido cuarenta países durante dos años». Uno de los evidentes problemas a los que se enfrenta Isabella Rossellini con este trabajo es atravesar la barrera de la vulgaridad, pero ella dice que «hay demasiado riesgo en no ser explícitos», por lo que en «Green porno» vamos a ver eso, porno, más que sexo. Las posturas no se van a adornar ni las explicaciones de, por ejemplo, por qué un insecto es a la vez macho y hembra o la mantis mujer se come al hombre después del coito, al igual que ella hizo con sus hijos: «Nunca les dije que a los niños los traía una cigüeña, les conté cómo funcionaba la reproducción de verdad. Pero he de decir que con esta obra tampoco intento dar lecciones a nadie».

La curiosidad de Andrés Lima le llevó a preguntarle a Rosellini sobre su papel en «Blue Velvet» (1986), a lo que respondió: «Esa película es controvertida y yo interpreto a un personaje complejo, una víctima de la violencia que termina perpetuando la propia violencia. En Italia hay muchos casos de Síndrome de Estocolmo, y cuando leí el guión pensé directamente en ello, pero no creo que el director, David Lynch, se fijara en esos síntomas. Como actriz, una siempre tiene que crear un retrato psicológico de la persona que representa». Además, sobre Lynch, famoso por confundir a sus espectadores, dijo que «le interesa crear misterio, pero no tanto resolverlo».

El detalle

EL TRAUMA DEL QUE NACE «BLUE VELVET»

Isabella Rosselini se atrevió a desentrañar la situación de la vida de David Lynch que desembocó en «Blue Velvet»: «Él volvía del colegio con su hermano y vio a una mujer desnuda por la calle. La imagen le impactó bastante hasta llorar por no saber cuál era la razón de que eso fuera así. Lynch quería que yo, como actriz, sintiese lo mismo que él en ese momento que le marcó tanto en su vida».

- Cuándo: del 4 al 7 de junio.

- Dónde: Teatros del Canal

- Cuánto: entre 8 y 20 euros.