Caídos del Cielo

Una "Isla" llena de salvajes

Paloma Pedrero firma un espectáculo centrado en un grupo de indígenas destapará algunas de las vergüenzas de nuestra sociedad; además, el Fernán Gómez cambia su sala por completo con 12 toneladas de arena de playa

"Isla" ha llevado la Sala Jardiel Poncela a un extremo exótico
"Isla" ha llevado la Sala Jardiel Poncela a un extremo exóticoJavier González Mayo

Preparen toalla y chanclas para su próxima visita al Centro Cultural de la Villa porque la Sala Jardiel Poncela ha cambiado de manera radical: se han levantado las tres graderías para dejar sitio a las doce toneladas de arena de playa para la Isla, un lugar utópico y libre, de momento, de la mano de la globalización.

Se trata del nuevo montaje de Paloma Pedrero con su compañía Caídos del Cielo: "Es una cosa extraordinaria por el tipo de elenco y por el nivel artístico al que se llega. Es muy grande. Lo social y lo cultural se abrazan. Las personas en una situación precaria económicamente no solo necesitan comer y un techo, también necesitan alimentar el espíritu. Sin ello no hay nada, la comida el techo o la "paguita" no te sacan adelante", asegura la autora y directora de Isla. "Esto es una sopa caliente para el alma". Defiende Pedrero el teatro como "una herramienta poderosísima para que la gente tenga ganas de vivir" y lo grita a los cuatro vientos "para que se enteren las autoridades".

Se llena así la sala pequeña del Fernán Gómez con un montaje que pretende desarrollar las dos acepciones de la palabra "compañía", puntualiza: una, referida a la ONG de los Caídos, creados en 2009; y otra, por esa labor de acompañamiento de personas en riesgo de exclusión y especial vulnerabilidad.

Escrita por Pedrero y codirigida junto a Pilar Rodríguez, "en Isla aspiramos a uno de los eternos empeños del teatro: ser espejo de nuestra sociedad". Señalan a esta nueva Isla como una radiografía del mundo "civilizado", occidental, visto a través de los ojos ingenuos de los llamados "salvajes". "Los indígenas nos mostraran nuestros vicios para mover nuestras virtudes. Cuestionaran nuestra forma de vivir, sí, pero no de una forma cruel, sino con el amor y el humor de su mirada limpia, fascinada y vacía de prejuicios. No es sólo un ejercicio de antropología a la inversa, es una fiesta", presentan de una función que invita a introducirse en una playa que esconde un secreto a descubrir y que será muy valorado es este Primer Mundo: "Vosotros, el público, seréis la tribu entera. Los actores, embajadores indígenas que han viajado a la civilización, nos expondrán como son nuestros ritos y costumbres. Quedará decidir entre todos, en democrática deliberación, el futuro de la Isla".

Así, un grupo formado por miembros de la tribu que habita una isla virgen ha hecho un viaje a Europa para descubrir nuestra civilización. La expedición llega a la playa donde está reunida la tribu (el público repartido, principalmente, en esterillas en la arena) y comienza la exhaustiva exposición de nuestras costumbres y modo de vida. Los indígenas representarán "con ingenua inteligencia y humor", dicen, la forma de hacer y deshacer en el mundo civilizado "a través de pequeñas escenas sobre los asuntos candentes de nuestro delicadísimo momento social". Finalmente será la tribu quien decida si es conveniente permitir la colonización de la isla por los civilizados.

  • Dónde: Teatro Fernán Gómez, Madrid. Cuándo: del 3 al 29 de octubre. Cuánto: de 13 a 18 euros.