«Latente»: Entre el cuerpo y el verbo
Carlos Pedrós. Directora e intérprete: Paula Quintana.
El Pavón Teatro Kamikaze. Madrid. Hasta mañana.
Lejos de ir perdiendo fuelle con el tiempo, esta curiosa propuesta de Paula Quintana, que conjuga con originalidad, y con retranca, la danza y el teatro, ha seguido creciendo en difusión desde su estreno en 2015 hasta el punto de colarse en la programación del Teatro Pavón. «Latente», candidata a dos premios Max, se encuadra en ese tipo de trabajos unipersonales en los que la artista canaria experimenta con la fusión de las disciplinas en las que se ha formado como bailarina
–danza contemporánea y flamenco sobre todo– para ponerlas al servicio de un texto dramático. La obra trata de realzar la alienación que provoca en todo ser humano la discordancia entre la rutina que marca el rumbo de nuestro día a día y los deseos que van quedando sepultados por ella. «Yo siempre cumplo con las cosas que hay que hacer, y las hago de la manera que hay que hacerlas», comenta la protagonista aparentando una normalidad que su cuerpo parece contradecir permanentemente. Podría decirse que, por su lenguaje verbal, se percibe en ella un sarcasmo que mueve inevitablemente a la risa a pesar de la melancolía de su trasfondo; pero, si nos fijamos en su lenguaje corporal, advertimos que, en realidad, el personaje no es capaz de contener ya el arsenal de sueños que ha ido aprisionando en su alma de forma contumaz a lo largo del tiempo; entonces, la risa triste se torna en un conato de emoción poética que trata de romper desesperadamente los grilletes que la retienen. La obra no solo confronta el «querer ser» con el «deber ser», sino que además trata de poner de relieve artísticamente la pugna en el seno de cada individuo entre la contención y la explosión. «Levantarse, hacer lo que hay que hacer... y acostarse», repite la protagonista una y otra vez; y acompaña la frase de un gesto nervioso que no permite disimular la mentira de su divisa.