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Literatura: un arma peligrosa

El director Víctor Conde y el dramaturgo Antonio Rojano coinciden por primera vez en un proyecto atípico en sus carreras.
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El director Víctor Conde y el dramaturgo Antonio Rojano coinciden por primera vez en un proyecto atípico en sus carreras.
Las teorías de la conspiración y los propios procesos de creación literaria confluyen como temas de fondo en «Hombres que escriben en habitaciones pequeñas», la obra que el dramaturgo Antonio Rojano verá estrenada esta próxima semana en el Centro Dramático Nacional. Secun de la Rosa interpreta a un escritor de poco éxito que es reclutado como ideólogo por tres mujeres (Esperanza Elipe, Angy Fernández y Cristina Alarcón) pertenecientes a una organización secreta que planea un magnicidio para virar el rumbo del país. La obra funciona, por un lado, como una parodia de las teorías conspiranoicas que tienen predicamento en la ciudadanía. «Siempre que hay un atentado aparecen posibles pistas, incluso contempladas muchas veces por la prensa más seria, que vienen a cuestionar lo que llamamos la verdad oficial», explica Rojano.
Este cómico punto de partida argumental sirve al escritor andaluz para ahondar, por otro lado, en las conexiones que puede haber, en lo que atañe a los procesos de trabajo, entre un escritor y un terrorista. Y es a esto a lo que alude el título de la función. «La obra está influida en buena medida por mis lecturas de las novelas de Don DeLillo –aclara el dramaturgo–. En una de ellas, titulada “Libra”, el autor estadounidense viene a decirnos que solemos pensar en la conspiración como en algo complejo y extraordinario, cuando la realidad es que los magnicidios, y todo ese tipo de sucesos y tragedias, surgen de pequeños lobos solitarios que se encierran en habitaciones pequeñas y que tienen mucho tiempo allí para pensar. Y esto es lo que ocurre también con los escritores, que pasan demasiado tiempo elaborando un plan que a veces nunca llega a hacerse realidad y que otras, sin embrago, sí se materializa».
La «mirada crítica y lúdica» que ha tratado el autor de plasmar en su historia será sostenida en la puesta en escena, curiosamente, por Víctor Conde, un director con una trayectoria forjada, sobre todo, en el teatro comercial y muy diferente a la de Rojano. Este es un texto cómico y algo raro dentro de mi corpus, y creo que Víctor (Conde) puede hacerlo crecer hacia otros públicos a los que yo por mí mismo no llegaría», apunta el autor.
Dónde: Teatro María Guerrero, calle Tamayo y Baus, 4, Madrid. Cuándo: desde el 9 de octubre hasta el 17 de noviembre. Cuánto: 25 euros.