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¿Y si las mujeres se comportaran como los hombres?

“Top Girls” plantea los miedos de la dramaturga británica Caryl Churchill sobre la llegada de Margaret Thatcher al poder en 1979, lo que pareció una hipotética victoria feminista

En "Top Girls", Caryl Churchill explora los peligros de que las mujeres hagan uso del poder según el modelo paternalista
En "Top Girls", Caryl Churchill explora los peligros de que las mujeres hagan uso del poder según el modelo paternalistalarazon

“Top Girls” plantea los miedos de la dramaturga británica Caryl Churchill sobre la llegada de Margaret Thatcher al poder en 1979, lo que pareció una hipotética victoria feminista

La llegada al poder de Margaret Thatcher, primera ministra de Reino Unido del 79 al 90, pareció, en su momento, un hito para el feminismo: una mujer en las máximas instancias del mundo occidental. Y así lo entendieron muchas, y muchos, pese a que la Dama de Hierro no representara el mejor ejemplo del movimiento. Fue por ello que a la dramaturga británica Caryl Churchill le surgió la inquietud y decidió cuestionarse en “Top Girls” (1982) qué pasaría si una mujer llega a la cima y se dispone a ejercer el poder de la misma manera que hasta entonces habían hecho los hombres.

“Con Thatcher se dio la paradoja de enfrentar un acontecimiento como el de ser pionera entre los mandatarios con los propios ideales feministas”, explica Juanfra Rodríguez, responsable de la versión que se levanta desde el viernes 15 en el Centro Dramático Nacional (Valle-Inclán). Marlene ejerce de maestra de ceremonias de una cena por la que pasarán 16 mujeres que se moverán entre sus anhelos y esa pregunta latente de si “cuando lleguemos arriba seremos igual que los hombres, si se continuará con una conducta patriarcal” que Churchill intuía en Thatcher. “Es una pieza que desconcierta y que nos produce perplejidad porque está llena de contradicciones. La autora –continúa Rodríguez–, con su mirada feminista y socialista, no exenta de ironía y humor, cuestiona la actitud de algunas mujeres que han conseguido el poder absoluto”.

Churchill, a pesar de acoger con agrado las nuevas oportunidades que brindaba el feminismo ochentero, era escéptica con respecto a si todo ello de verdad suponía una victoria para el movimiento y, por ello, en “Top Girls” critica el extremo individualismo e hiperprofesionalismo de la sociedad capitalista. Profundiza en la tendencia feminista de la época de la Dama de Hierro de equiparar la liberación con el éxito económico y profesional, en medida de que es un arquetipo que excluye a las mujeres de la clase trabajadora. Unos pensamientos que va desgranando en esta reunión de 16 figuras de diferentes épocas en las “no se echa de menos a los hombres”, pero en la que sí se lucha por una sociedad igualitaria.