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Coronavirus

Desescalada coronavirus. ¿Pueden tener miedo los deportistas a volver a la actividad?

El temor al contagio no debe afectar a los deportistas. «En la vuelta a la actividad, desaparecerán las conductas relacionadas con el miedo porque el contexto cambiará», asegura la psicóloga Mar Rovira

El césped del Camp Nou presenta un aspecto inmejorable pese al confinamiento
Los jardineros trabajan sobre el césped del Camp Nou durante el parónGerman Parga/FCBarcelonaAgencia EFE

El entrenamiento en casa se hace reiterativo e insuficiente y los músculos y la cabeza de los deportistas echan en falta su actividad habitual. «Ya se les está haciendo largo, les cuesta mucho entrenar en casa y lo están haciendo porque tienen unos hábitos de alto rendimiento que la población normal no tiene, pero están ya bastante en el límite. Y si pueden salir a correr ya les va a liberar muchísimo, va a ser una ayuda para ellos», explica la psicóloga deportiva Mar Rovira.

«Igual que todos queremos salir a la calle los deportistas tienen muchísimas ganas de volver a su actividad, pero están muy preocupados por la salud, sobre todo en los deportes en los que hay contacto», reconoce Mar. «Todos tienen ganas de salir a entrenar, preocupación por su salud y por la de los compañeros, nadie se quiere saltar lo que digan desde el Gobierno, pero con muchas ganas de volver», añade.

Y parece bastante improbable que la salida provoque más ansiedad de la habitual a los deportistas. ¿Esto puede generar miedo a salir a la calle, se puede desarrollar una agorafobia?, es una de las preguntas que cualquiera se puede plantear. «No va a pasar más que en una situación normal. Esto no va a hacer que se desarrollen más casos», explica Rovira. ¿Pueden los deportistas tener miedo a volver a competir? «No va a pasar. Están deseando volver a competir. En motociclismo, por ejemplo, el miedo es que al ser un deporte global ven complicada la parte de logística», añade.

Pero no todos los deportes son iguales. «En los deportes de contacto se preguntan ¿cómo va a ser esto? ¿cómo van a garantizar que vamos a estar bien? Y si estamos jugando y uno de nosotros se contagia, ¿qué hacemos? ¿Se para todo? ¿No?», cuenta Mar. Pero las ganas de recuperar la actividad normal son más fuertes.

«Todos hemos tenido la experiencia de ir a comprar con la mascarilla e impacta porque parece que el de enfrente es tu enemigo. Esa sensación que todos hemos pasado es desagradable, pero puede más querer recuperar la normalidad», asegura Rovira.

«Como todo, el miedo excesivo no es bueno, pero un poquito sí. Si tienes que ir al supermercado con un poco de tensión es normal y te vendrá bien para no tocar los chorizos de la estantería. Esa pequeña incomodidad te está protegiendo para salvarte la vida. Ahora estamos todos con un poco de miedo, incertidumbre e incomodidad», explica Rovira. «Con el tiempo se irán extinguiendo todas esas conductas adaptativas. En el regreso a la actividad, desaparecerán las conductas relacionadas con el miedo porque el contexto cambiará».

El miedo se traslada y más que temor al contagio puede surgir el miedo a la lesión. Después de semanas de inactividad o de actividad limitada los deportistas corren el riesgo de forzar más de lo debido en una reactivación urgente. «A los deportistas con los que yo trabajo les estoy diciendo que hagan un trabajo preventivo brutal, de lo que puedan, cada uno específico de su deporte, para intentar que evitar al máximo posible las lesiones cuando vuelvan, que va a haber muchas», advierte Mar Rovira que se apoya en su experiencia como exjugadora de baloncesto.

«Es el trabajo fundamental. Esto es lo que hay ahora, nos tenemos que adaptar. Hay que dar por perdido un porcentaje de fuerza, porque lo vas a perder, el porcentaje de trabajo aeróbico lo irán recuperando, pero lo que no vamos a perdonar es todo ese trabajo, el máximo que se pueda, para reforzar todas las zonas que van a ser propensas a lesionarse. Y aún así no lo conseguiremos», asegura.

Como ex deportista, Rovira cree que los atletas deberían tener más tiempo de adaptación antes de volver a competir. «Tienen que respetar un tiempo de pretemporada donde se pueda adaptar otra vez el cuerpo no a una situación normal, como cuando venimos del verano, por ejemplo. No han podido hacer esa pretemporada ni esa adaptación. Yo daría dos meses, porque me preocupan los deportistas. Pero van a ser dos o tres semanas y van a tener una frecuencia de partidos brutal. Los clubes de fútbol, por ejemplo, deberían valorar cuánto pierden por las lesiones de futbolistas que valen muchísimo dinero».

El miedo al contagio se pierde con la rutina. La precaución ante las lesiones hay que trabajarla como factor de protección. «El miedo a lesionarse lo tenemos más los psicólogos, entrenadores, preparadores físicos, los que diseñan las cargas, que ellos. Yo a veces juego con ese pequeño miedo para que se conciencien. Puede más el deseo que tienen, la pasión por volver, que ese pequeño miedo. Por eso lo utilizo ahora para que trabajen muy enfocados», agrega.