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El Mono Burgos lanza su carrera en solitario

Simeone perderá al final de temporada al hombre de la estrategia, tan decisiva en sus primeros años como entrenador del Atlético de Madrid

Mono Burgos durante su etapa como segundo entrenador del Atlético de Madrid.
Mono Burgos durante su etapa como segundo entrenador del Atlético de Madrid.Enrique de la FuenteGTRES

Cuando el Atlético regresó a la calurosa primavera de Madrid después de ganar la Liga Europa en Bucarest en 2012, Germán Burgos, el «Mono», cargaba con un pesado abrigo que sujetaba por la percha y del que no se separaba. «No es casualidad. Siempre vino conmigo», explicaba el segundo entrenador del Atlético. Pura superstición.

Burgos compartía muchas cosas con Simeone, entre ellas la cábala, como dicen ellos. Pero desde hace algún tiempo comparte algunas menos, que serán bastantes dentro de unos meses. El «Mono» quiere comenzar su carrera en solitario y cuando acabe la temporada –se supone que cuando el Atlético termine su participación en la Champions– dejará de ser el segundo entrenador de Simeone.

Que los caminos se habían empezado a separar ya hace tiempo es algo que se hizo evidente en la última renovación de Simeone con el Atlético. La hermana del Cholo, Natalia, se encargó de negociar la prolongación del contrato de todo el equipo, excepto la del «Mono» Burgos. Él se manejó en solitario con su nueva agencia de representación para firmar por un año más. «Es un amigo», decía el entrenador del Atlético, pero la imagen de la renovación sin el segundo entrenador era ya la imagen de un divorcio anunciado. Acabada esta temporada, empezará a caminar por sí mismo en los banquillos.

La relación dura ya más de nueve años ininterrumpidos. Ocho en el Atlético, pero se encontraron antes, cuando el Cholo se hizo cargo del Catania, la única experiencia previa de Simeone como técnico en el fútbol europeo. Siguieron juntos en Racing de Avellaneda y los dos viajaron hasta Madrid cuando el Atlético reclamó a Simeone y juntos han ganado una Liga, una Copa y en dos ocasiones la Liga Europa, pero sobre todo han recuperado la grandeza del Atlético.

La imagen del «Mono» ha cambiado en los últimos años. Ha adelgazado casi todo lo que había ensanchado al dejar el fútbol, ahora mira las jugadas a través de unas gafas de pasta y cambió la melena salvaje de rockero por un pelo más corto y engominado. Ha cambiado muchas cosas, pero el complemento que nunca le ha faltado es la libreta que esconde los secretos de las jugadas de estrategia del Atlético.

Burgos se encargó desde su llegada de las jugadas a balón parado. Para ello se preparó leyendo casi todo lo publicado sobre estrategia. Cuando Simeone se hizo cargo del Atlético compró 14 libros sobre el tema en una librería especializada.

De las horas de estudio del «Mono» sacó el Atlético un gran rendimiento, especialmente en los primeros años de Simeone en el banquillo. Burgos ha sido una parte importante en los éxitos del club y también la sombra del Cholo, su guardaespaldas y el hombre que ocupaba su lugar en el banquillo cuando estaba sancionado o en la sala de prensa cuando tenía prisa por llegar a Argentina en sus vacaciones.

Para el Atlético, la transición será natural. El verano pasado llegó Nelson Vivas para incorporarse al cuerpo técnico del equipo rojiblanco. El antiguo internacional argentino, que compartió selección con Simeone y Burgos, fue la pareja del Cholo en sus primeros pasos en el banquillo, pero cuestiones familiares le impidieron trasladarse con él a Europa.

Al comienzo de temporada Vivas y Simeone se reencontraron en lo que era un regreso a los comienzos. Para Burgos también será una vuelta a sus comienzos como técnico. Su primera experiencia en los banquillos fue en solitario, como entrenador del Carabanchel. En el modesto club madrileño entrenó sólo unos meses repartidos en dos temporadas con el equipo en Preferente.

Burgos dimitió por los malos resultados, pero quiere volver a intentarlo. La experiencia acumulada en sus años al lado de Simeone le sirve como aval, aunque el camino no parece que vaya a ser sencillo.

Su sueño sería entrenar en algún momento a River Plate, donde ya dirigió Simeone, pero de momento sabe que ese territorio está bien cubierto por el «Muñeco» Gallardo. «Sí, me gustaría. Pero ahora hay un amigo trabajando, que lo respeto, a él y a toda su trayectoria», decía hace aproximadamente un año en una entrevista en Argentina. «Es algo natural. Yo sé que tengo que pasar por River, es algo interno. Pero bueno, el tiempo lo dirá. Quizás es de un día para el otro, pero sé que tengo que pasar por ahí porque es mi casa», añadía.

Aunque se crió como futbolista en Ferro Carril Oeste –allí fue donde su entrenador, Carlos Timoteo Griguol, comenzó a llamarle «Mono»– fue en River donde consiguió sus mayores éxitos como futbolista.

En Argentina se habla de Unión de Santa Fe como el equipo más interesado en contratarlo como técnico. Quizá sea más sencillo para él comenzar en su país.

Pero eso no será, al menos, hasta septiembre. Burgos acabará la temporada al lado del Cholo, aportándole su visión desde el banquillo. Para la próxima temporada, Simeone no perderá un ayudante. Vivas recuperará su lugar como segundo entrenador y Gabi parece la opción más segura para completar el cuerpo técnico.

El antiguo capitán rojiblanco, el hombre que lucía en el césped el mismo número –el «14»– y el mismo espíritu que el Cholo será el tercer hombre, el que esté más cerca de los futbolistas.

Gabi apura sus últimos momentos como futbolista en Qatar, con Xavi como entrenador. «Me veo en el cuerpo técnico del Atlético», decía hace apenas unas semanas. Mientras él se prepara para comenzar en los banquillos, Burgos piensa en retomar su carrera en solitario. Quizá sea el momento de visitar una librería.